La exitosa franquicia de Activision, Call of Duty, ha recibido un interesante reboot a la subsaga más popular entre todos los títulos de guerra en la actual industria de los videojuegos. Modern Warfare, el título a cargo de Infinity Ward, vuelve para demostrar que el Task Force 141 comandado por el Capitán Price no está para nada muerto.
Call of Duty 4: Modern Warfare llegó hace más de 12 años, sorprendiendo a propios extraños con su novedosa historia que nos trasladó a un futuro bélico, dejando de lado la reciclada fórmula de la Segunda Guerra Mundial y añadiendo personajes increíblemente carismáticos, que posteriormente se convertirían en verdaderas leyendas. El multijugador nos convenció en su totalidad de que pagar esa suscripción a Xbox Live Gold por fin tenía sentido, y con vertiginosos momentos en contra de otros, terminó por enamorar a más de uno – me incluyo -.
Luego de tres entregas, que marcaron la historia (sin exagerar), Infinity Ward, uno de los estudios más aclamados de la actualidad, vuelve al quite con la saga que ellos mismos crearon, intentando dotarla de una dosis de aire fresco que al menos a mí, me ha dejado totalmente satisfecho. Luego de que Call of Duty: Black Ops IIII se decidiera únicamente por dar gusto a quienes ni siquiera tocan el componente de un sólo jugador, Modern Warfare retoma y enfatiza la campaña con una trama sólida, madura y épica.
Lo primero a destacar en historia, es que Infinity Ward deja de lado todos los estigmas conocidos, quejas que pudieran llegar a presentar y opiniones vacías, para colocar entre los jugadores una de las tramas más maduras que haya tenido oportunidad de probar. El modo campaña que se divide en 14 misiones principales, y que te tomará unas 7 – 8 horas en terminar de principio a fin, nos cuenta los hechos de un ataque terrorista que – Sí, pensaste bien -, tendremos que mitigar y extinguir desde la perspectiva de dos soldados de Élite: Alex y Kyle Garrick, que por cierto este último en español latino cuenta con la voz de Memo Aponte.
Sin tantos saltos entre temporalidades, ni viajes a través del mundo, Call of Duty: Modern Warfare logra engancharnos en un conflicto bélico realista que bien podría servir como preludio a la “antigua” trilogía de la serie, introduciendo personajes conocidos, otros no tanto y hasta un final post-créditos que te hará gritar si eres ferviente seguidor del shooter, como yo lo hice durante los siguientes 10 minutos de haberlo terminado.
Gráficamente, Infinity Ward hizo un trabajo espectacular al desarrollar su motor gráfico propio, al cuál decidieron llamar IW Engine (Modestia aparte), en el que según comentaron durante el evento de lanzamiento, estuvieron trabajando por más de 5 años. Desde el primer momento en que entres a Call of Duty: Modern Warfare, quedarás anonadado ante uno de los despliegues visuales más increíbles; texturas realistas, efectos de partículas creíbles, explosiones y fuego espléndidos, animaciones sin igual y un sinfín de características más que provocan aún mayor inmersión, y que será todavía más satisfactorio si tienes una Xbox One X, PS4 Pro o tarjeta RTX en tu PC.
En el apartado sonoro, Call of Duty: Modern Warfare es también sublime, ofreciendo una oleada de alta calidad con efectos calcados hasta de la más pequeña bala o granada de fragmentación. Si tienes audífonos o sistema de audio de alta calidad, será también posible escuchar mínimos detalles como el viento, hojas cayendo, pisadas de enemigos y hasta ratas que de pronto salen de callejones o cloacas. De igual manera, el doblaje al español latino está muy bien realizado, y aunque no le llega completamente a su contraparte en inglés, te lo recomendamos ampliamente.
Su modo multijugador, adereza la impresionante campaña, con modos clásicos que regresan y la exclusión de extravagancias o añadidos que molestaban a los jugadores, como las loot boxes, además de refrescar esta fórmula con cosas como las operaciones especiales, donde además se nos revelan un poco más de detalles del futuro de la franquicia, y los ya famosos operadores que puedes desbloquear al cumplir con ciertos objetivos o comprando la “Operator Edition” para así destacar del resto de jugadores con apariencias de soldado default, muy al estilo de Rainbow Six Siege.
En Call of Duty: Modern Warfare podrás acceder a Guerra Terrestre, que es básicamente una captura de zonas en la que conforme expanda tu dominio, se abrirán puntos de respawn, tiroteo, donde con un equipo pequeño te enfrentarás a rivales en mapas no tan abiertos, con la finalidad de ser el último en pie, contra todos, que creo no debo describir, muerte por equipos, y reglas tácticas en la que poseemos armamento renovado, movimiento y salud equilibrados.
Nuevamente, conforme subes de nivel desbloquearás distintas ventajas como perks, modificaciones para tus armas, las populares y destructivas rachas de muertes que te benefician con UAV’s hasta bombas nucleares y helicópteros mortíferos, y las mejoras de campo que van desde un dron de exploración que tú controlas, o mucha velocidad sin que tus pasos sean escuchados. Todo ello añadiendo variedad, diversión y un sentido clásico al multijugador que todos amamos.
En conclusión, Call of Duty: Modern Warfare es una de las mejores y más redondas entregas de toda la franquicia. Infinity Ward hizo un trabajo casi perfecto en su campaña y multijugador, dándonos a los fans (y no tan fans) uno de los mejores juegos del año.