Es bien sabido que Dragon Ball Z representa más que un simple anime en nuestro país. El gran amor que los mexicanos sentimos por las aventuras de Gokú están también ligados a la infancia de muchas personas que crecimos viendo a este saiyajín derrotando a quien se le ponía enfrente, y a pesar de que siempre hemos querido vivir bajo sus zapatos en distintos videojuegos, parece que el llamado ‘Kakarot’ finalmente lo ha logrado. ¿Será este el mejor título ambientado en el universo creado por Akira Toriyama?
Hace ya algunos años – 13 para ser exactos -, la saga de Dragon Ball: Budokai Tenkaichi llegó a su final, siendo esta la que creo yo ha sido la más memorable y recordada, gracias a que sus arcos histriónicos han sido los más apegados al anime que todos conocemos gracias al Canal 5. No obstante, esta trilogía desarrollada por Spike Chunsoft flaqueaba y decaía al no mostrar un gameplay consistente, continuidad en las misiones o corrección de bugs adecuada, estancándolos en un abismo de nostalgia que poco a poco ha ido superándose con otros como Dragon Ball Xenoverse 1 y 2, o hasta Dragon Ball FighterZ en los últimos meses.
Hoy ya ha salido el esperado ‘Dragon Ball: Project Z’, videojuego que fuera anunciado hace más o menos 11 meses y que desde un inicio nos prometió revivir de la mejor manera la icónica historia de Gokú en un ARPG cargado de misiones, y un mundo abierto del que CyberConnect2 (Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm, Assura’s Wrath, .hack//.Gu) tomaría las riendas y que desde entonces hemos seguido con total ansia y esperanza de estar ante el producto que siempre hemos soñado. Poco después, el ahora renombrado ‘Dragon Ball Z: Kakarot’ nos hizo revivir con sus tráilers aquellos memorables momentos que inclusive nos llevaron al llanto hace unos años y creo que, sin duda, estamos ante un producto redondo.
Si has vivido debajo de una piedra, Dragon Ball Z: Kakarot enfoca su historia en la perspectiva y vida de Gokú, el sayajín legendario que busca superarse todo el tiempo, y que con ello pone en riesgo al universo gracias a que todo le importa un carajo… Aunque bueno, eso es lo de menos. En esta ocasión, todos los arcos más importantes del anime han sido adaptados a la perfección, y veremos pasar formidables enemigos que van desde Raditz hasta Majin Buu; una historia que contada a través de “episodios” (con todo y el característico narrador) nos embarca en una travesía llena de la más pura nostalgia y acción.
Sin tener que ahondar más en el tema, es imperante mencionar que aunque estamos en un videojuego de “mundo abierto”, las fases de exploración resultan un tanto vacías, y a pesar de que tenemos la posibilidad de explorar, recoger materiales, comida, medallas para intercambiar por nuevas habilidades y conocer otros planos de la aventura, estas terminan sintiéndose como un mero requisito para alargar la vida útil de Dragon Ball Z: Kakarot, y aunque he de reconocer que no me hartaron del todo, hubiera deseado un poco más de empeño en ellas.
Por otro lado, las misiones principales sí que consiguen formidablemente ayudarnos a revivir de la mejor manera posible cada uno de los arcos narrativos representados en ella, y con cinemáticas bien elaboradas, además de un montón de diálogos característicos del género, nos tendrá al borde del asiento por más o menos unas 40 horas si solo te enfocas en lo más básico. Para los desesperados también se incluyó una función que sirve para adelantar las escenas y que así no te tengas que chutar 10 minutos de textos, lo cual no te recomendamos hacer o podrías perderte de guiños agradables para los fanáticos.
Su modo de juego es bastante parecido al de otros títulos publicados por Bandai Namco, con un botón para atacar, otro para esquivar, los gatillos que funcionan como activadores de habilidades destructivas (como el Kamehameha o el Kaio-ken) o simplemente para solicitar ayuda de algún integrante de nuestro grupo, que previamente deberás seleccionar en los menús. También podremos alimentarnos de ciertas cosas o recetas que se nos preparan en lugares pre-definidos, y pociones que nos ayudarán a seguir peleando sin tantas complicaciones.
Cabe aclarar que la dificultad no es tan alta como quizá hubiéramos deseado, ya que favorece al espectáculo visual de un mundo bien recreado que se ve aderezado por sonidos, explosiones, y mucha acción frenética, teniéndonos siempre encantados con el trabajo audiovisual en el que – se nota – han puesto un enorme cariño. La música que seguramente recuerdas del anime, también está presente, y aunque cuenta con arreglos para hacerla más moderna, logra transportarnos al fantástico universo de CyberConnect2 y Bandai Namco. Es muy satisfactorio también el observar referencias en personajes escondidos por el mapa, así que te recomiendo fuertemente intentar detenerte a observar tu panorama.
Relacionado con ello, los enemigos, dejando de lado a los obvios jefes finales de cada sección, suelen ser terriblemente aburridos, simplones, y sencillos en prácticamente toda área que visites. Además es un lastre todo el tiempo el tener que andar esquivando batallas que pudieron ser más satisfactorias, ya que en este “RPG” ni siquiera parece tener peso el grindear nivel ni nada por el estilo, ya que aunque no te enfrasques en estos combates, subirás de nivel inevitablemente en cada corte de escena.
De igual manera, los elementos de Rol Playing Game están un tanto sobrados, y aunque en ocasiones se pone énfasis en que creemos un grupo, o fortalezcamos distintas habilidades divididas en ramas de aprendizaje, se sienten como un mero pretexto para darle más alcance al juego en regiones como la asiática, donde devoran RPG sin parar.
Tristemente el juego no cuenta con voces latinas, y aunque nos hubiera encantado poder escuchar el talento de Mario Castañeda o René García, puedo decir que si hace un par de años vivieron Dragon Ball Super en todo su esplendor, también en esta ocasión nos permiten gozar del increíble talento original, con – casi – todo el cast original, que ha venido haciendo el anime desde sus inicios. Personalmente creo que se hizo un trabajo increíble en este apartado, y lo mejor de todo es que no tienes que preocuparte por los subtítulos ya que están localizados al español. Un detalle interesante es que, si juegas en la versión de PS4, podrás escuchar a personajes como Kaio-sama hablando a través del Dualshock 4.
En conclusión, Dragon Ball Z: Kakarot, es un RPG de acción muy balanceado, que nos lleva a revivir la historia de Gokú como nunca antes en los videojuegos. Aunque no se libra de un montón de errores y momentos monótonos, la aventura consigue llevarnos por un viaje lleno de nostalgia, acción frenética y nuevos momentos para seguir llevando a este personaje y compañía por siempre en nuestras vidas. Un juego que debes probar si eres gran fanático de la saga o simplemente quieres pasar un buen rato explorando, combatiendo y siendo muy feliz frente a tu consola o PC.