Final Fantasy XV, título anunciado hace 10 años, que originalmente fuese llamado Final Fantasy VERSUS XIII y que acompañaría a Lightning en un conjunto de historias que conformarían la ‘Fabula Nova Crystallis’, hoy por fin se encuentra disponible en nuestras consolas. Tras pasar por un sinfín de problemas que llevaron a Square Enix a reimaginar todo el proyecto, tanto en su concepto, como en su presentación, nace la esperada secuela numerada que nos pone al mando del príncipe Noctis. La duda era constante, ¿habrá conseguido superar la barrera del tiempo y brindarnos la fantasía final definitiva?
Conforme la generación pasada avanzaba, otras grandes compañías de la industria invadían el género RPG con títulos de alta calidad como The Elder Scrolls V: Skyrim, Fallout 3, y hasta Mass Effect; todos ellos causando gran revuelo dentro de la desarrolladora nipona, que por mucho tiempo se replanteó en varias ocasiones cómo podrían interesar al mercado occidental, que cada vez exigía mundos abiertos más vivos, así como aventuras donde nuestras decisiones importasen y personajes que se acercaran más a nuestra realidad mortal y menos a los poderosos protagonistas a los que la serie Final Fantasy nos tenía acostumbrados.
Tetsuya Nomura, director original del videojuego, decidió por diversas razones abandonar el proyecto y enfocarse en la secuela de la franquicia que mayor reconocimiento le ha dado: Kingdom Hearts. Dicho lo anterior, y bajo el mando de Hajime Tabata, nació la idea que todos conocemos al día de hoy como la quinceava entrega numerada de este mágico universo que por esta ocasión nos transporta al mundo de Eos, con sus impresionantes regiones como Lucis, Altissia, el viejo conocido Duscae, Hammerhead y algún par más que dejaremos descubran por ustedes mismos.
Como ya sabemos, Final Fantasy XV narra la historia del príncipe Noctis Lucis Caelum, quien en compañía de Prompto Argentum, Gladiolus Amicitia e Ignis Stupeo Scientia se embarca en uno de los viajes más impactantes y satisfactorios que cualquier producto de entretenimiento nos haya ofrecido a lo largo de toda la historia. En su narrativa, seguiremos la línea fijada por KINGSLAIVE: Final Fantasy XV (película CGI) y BROTHERHOOD: Final Fantasy XV (anime), en donde se nos platica el contexto general del conflicto por el que estaremos peleando y recorriendo de región a región con el único fin de hacernos de los poderes que los sidéreos pueden ofrecerle al “entronado”. La firme decisión de Square Enix de vendernos esta entrega hasta en la sopa funciona bien en todo su entorno y si queremos disfrutarlo en su totalidad, deberemos dedicar el tiempo necesario no sólo a jugar, sino también a ver y disfrutar.
Al inicio de la aventura, presenciaremos escenas que desatarán la guerra entre la tierra de Noctis, poseedora del último cristal en Eos, y por ende, para dar viada al desarrollo político y bélico de toda la comunidad que habita en él. La importancia de estos minerales, recae en el fenómeno llamado “La Plaga de la Estrella“, que causa que las noches sean más extensas a medida que el tiempo pasa, hasta un punto en que el mundo queda sumido en la oscuridad, además de convertir a humanos y criaturas en enemigos denominados como “Cadentes”. La mitología, que recae en Tenebrae, dicta que dos elegidos serán los encargados de devolver la luz, y sí, se trata del ya mencionado príncipe y su prometida, Lunafreya Nox Fleuret quien también funge como consciencia y oráculo de estas tierras.
Tras un montón de guerras que se mencionan durante el trayecto, por medio de grabaciones en la radio, así como periódicos y letreros distribuidos por nuestro andar, es posible deducir cómo es que alcanzamos la decadencia en que actualmente estamos sumidos y por la cual es tan importante la labor que realizamos en todo momento, tanto al afrontar los 15 capítulos de la historia principal, como los innumerables objetivos secundarios que se estarán añadiendo a nuestra lista en todo momento. Cabe destacar que es fundamental intentar cumplir con la mayoría de ellas, ya que entre más avancemos, los retos irán aumentando de nivel y estar preparados para ellos sí que aportará un sentimiento de satisfacción y diversión mucho mayor a la posible frustración causada por la derrota.
A pesar de que Final Fantasy XV se nos vendió en los últimos tráilers, y hasta comunicados como un título de mundo abierto, es importante recalcar que nunca gozamos de libertad total; es decir, si esperan realizar desastres al estilo de Grand Theft Auto V o el más reciente Watch_Dogs 2, lamentamos informarles que aun con la inmensa posibilidad de explorar, los escenarios no nos brindan rienda suelta a otras acciones que no sean completar búsquedas, terminar con “plagas”, ayudar a aldeanos en peligro, desactivar trampas, participar en carreras de Chocobos y un sinfín de labores predeterminadas, que a su vez nos ayudan a subir el nivel de aficiones, recientemente implementado y del cual hablaremos enseguida.
La adición -acertada, por cierto – de ver a nuestros héroes con ciertas pasiones peculiares, es un elemento fresco que añade variantes únicas a esta secuela. Noctis, por ejemplo gusta de los lagos y mares, así como de la pesca deportiva. Prompto es el típico millennial que no puede dejar de sacar fotografías a lo que ve, aunque ésta acción represente un riesgo, ten por seguro que el muchacho tendrá una toma especial de esa batalla que tanto trabajo te costó. Gladio, como su físico extenúa, es un apasionado de los deportes y el recorrer grandes cantidades de kilómetros a pie ayudarán a mantenerlo feliz, y por último, Ignis al ser el más centrado y sabio de todos, realmente amará aprender nuevas recetas para alimentar al equipo al hospedarnos en hoteles, o quedarnos a dormir al aire libre en los distintos campamentos. Todo lo anterior, ayudará a que cada uno eleve más rápidamente sus habilidades y sean más efectivos en combates y acciones complementarias, como localizar puntos débiles de los contrincantes u objetos necesarios para cumplir encargos.
Square Enix supo balancear a Final Fantasy XV de una primera mitad que consta de familiarizarnos con las habilidades que poseemos, las distintas armas y magias que nos equiparemos, así como detectar los flancos más desprotegidos de cada contrincante. Durante esta, los recorridos en el Regalia (automóvil del cuarteto) serán casi obligatorios y aunque podemos saltarnos el trayecto, en ocasiones existen diálogos únicos entre Noctis y sus amigos que posiblemente lograrán que como público, generen un lazo sentimental todavía mayor. Realmente es espectacular el gran trabajo que el guion posee y que satisfactoriamente dejará de lado el complejo de “boy band” que estuvo persiguiendo a los chicos desde su revelación oficial, para convertirlos en personas humanas que en más de una ocasión lograrán emocionar. La segunda mitad es un poco más parecida al concepto lineal tradicional, que también hará gala de sorpresa por las increíbles escenas de acción y combates con enormes divinidades.
El combate, que todos ya conocemos, en esta ocasión deja la acción por turnos para dar paso a los enfrentamientos en tiempo real, que se asemejan muchísimo a los que la compañía ha venido desarrollando con Kingdom Hearts, refinando el molesto término “machaca botones” y transformándolo en una variante entretenida y hasta estratégica que requerirá de toda nuestra atención al mostrar comandos de contrataque y obligándonos a estar en constante movimiento, y esquivar las impasivas embestidas que de no entender por completo, nos forzan a reforzarnos con los acostumbrados elixires, pociones y colas de fénix para revivir aliados. Más allá de solo enfocarnos en el ataque, también puntualizar la defensa conseguirá que en ocasiones desatemos técnicas definitivas que dejarán a lo que nos estemos enfrentando en estado vulnerable o inclusive crítico.
El árbol de desarrollo será también una característica a tomar en cuenta, al no poder controlar a los aliados como tal, y mantenerlos a la vanguardia consiguiendo ‘PH’ es realmente importante; más de lo que podrían imaginarse. Cada aspecto, dividido en destreza, recuperación, ataque, letalidad, coro espectral, magia y exploración tienen peso por igual, así que el no sobrecargar los nodos de solamente uno de ellos, podría llevarlos al éxito en cada una de las escenas. Cada uno de estos añadidos, convierten a Final Fantasy XV en una renovación verdadara que seguramente influirá de lleno en otros proyectos futuros de Square Enix, y hasta del género como tal.
Técnicamente, la labor de diseño en cada región es simplemente perfecta. Durante este viaje nos veremos envueltos en distintos y abrumadores lugares por visitar, entre los que destacan mazmorras intrincadas y variadas, pantanos, bosques, desiertos, montañas nevadas, ciudades al estilo de Venecia, aldeas destruidas, trenes en movimiento y grandes localidades que contrastan entre el lujo y la humildad de un mercadito. El papel que juega el apartado gráfico en Final Fantasy XV es enorme y se nota el cariño con el que se utilizó el ‘Luminous Studio’ para proveer a Eos de variantes climatológicas, iluminación digna de elogio, cambios entre noche y día, texturas de verdadera generación actual, animaciones orgánicas y puntuales, efectos de barrido suaves y hasta partículas, como polvo, cenizas y lluvia tan realistas como la vida misma. Las cinemáticas, de igual manera, son generadas al momento y esto lo convierte en un producto mucho más uniforme, que únicamente flaquea al apreciar las recicladas escenas CGI que fueron tomadas directamente del largometraje animado. Eso sí, debemos enfatizar que en varias ocasiones el frame-rate o inclusive, las acciones en pantalla se “detienen” por un segundo.
En el aspecto sonoro, esta secuela hace gala de las encantadoras composiciones que Yoko Shimomura ha preparado y que en los momentos finales logrará su propósito: revivir la aventura que estamos por concluir, a través de sonidos memorables. El trabajo de actuación también es perfecto y la selección en japonés de cada uno de nuestros amigos le viene como anillo al dedo. De igual manera, cada personaje secundario, bestia, deidad y antagonista, disfrutan de diálogos naturales que de cierta manera, y aunque no varían demasiado, tampoco cansan a lo largo del tiempo.
En conclusión, Final Fantasy XV es un título digno para la espera que conllevó su desarrollo, con todos los altibajos ya mencionados. La excelsa aventura que nos depara este viaje con Noctis, Prompto, Ignis y Gladio es una experiencia que pocos deberían darse el lujo de despreciar. Por primera vez, Square Enix ha sabido balancear la exploración de mundo abierto con la espectacular linealidad a la que la franquicia nos tiene acostumbrados, y el amplio reparto de nuevos conocidos, hombres y mujeres, harán que hasta los detalles técnicos como bajones y ‘freezeos’ se nos olviden ante un mundo apabullante y lleno de magia como es Eos y todas las regiones que lo acompañan. un verdadero Final Fantasy para fans y no tan fans; un verdadero trayecto inolvidable que en su hilo principal nos llevará unas 30 horas, pero que si deseamos conocer en su totalidad, podría tomarnos el resto de nuestras vidas mortales.