Alien: Covenant, La esperada secuela de Prometeo

Alien: Covenant, La esperada secuela de Prometeo
En conclusión:
Alien: Covenant es una película continuista, que a pesar de retomar las raíces clásicas de la franquicia, fracasa al no ofrecer nuevos elementos para el público espectador. Un largometraje regular que sin embargo no deben perderse si son fanáticos del xenomorfo, creado por H.R. Giger.
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Cuando Prometheus fuera lanzada en el año 2012, muchas dudas quedaron en el aire. La realización de Ridley Scott que buscaba explicar el origen del xenomorfo resultaba confusa, aburrida y un tanto sin sentido para aquellos que fielmente seguían la saga ‘Alien’ desde sus primeras iteraciones en la década de los 70’s. La franquicia de culto había evolucionado hacia un concepto un tanto más “filosófico” que inclusive contrastaba con las raíces de terror por las que se había vuelto famosa; hoy ha llegado Alien: Covenant, secuela que busca corregir el camino mediante la re-utilización de características ya conocidas. ¿Lo habrá logrado?

Alien: Covenant se ubica unos años después de los hechos acontecidos durante Prometheus, con la creación del “virus” proveniente de los ingenieros esparcido por el espacio, la tripulación de la nave Covenant se dispone a encontrar un nuevo planeta para habitar y así evitar el potencial exterminio de la humanidad como la conocemos -o le conocerán en el 2109-. Con la compañía de un androide, llamado Walter y la integración de personajes como Daniels, el Sargento Lope, el Capitán Jacob Branson y otros más involucrados en la misión espacial, la cinta poco a poco relaciona la trama de la secuela con su antecesor, descubriendo un montón de hilos histriónicos que buscan ser inesperados pero que terminan fracasando en su intento de sorprender al espectador.

La línea que marca al guion de Alien: Covenant a pesar de contar con cierta congruencia, decae al enfrentarse a sí mismo ante los conflictos por los que siempre se ha criticado a la franquicia y en su búsqueda de cohesión, termina fracasando y ofreciendo momentos en los que – literalmente – no sucede nada. El avance de la historia, no obstante, es fluido y lleno de guiños que seguramente gustarán a los más fanáticos de esta saga legendaria. Sin embargo, si es la primera película que ven sobre los xenomorfos, lo más probable es que terminen confundidos y sin palabras al respecto por no saber qué está sucediendo. De igual manera, el intento de Ridley Scott por devolverse a sus primeros proyectos, llenos de terror, se ve opacado por las tomas obvias que, a pesar de todo, consiguen hacernos sentir en ciertos momentos como si fuera nuestra primera vez en el Nostromo.

A pesar de que las actuaciones del reparto constantemente resultan absurdas y con diálogos innecesarios, es Michael Fassbender quien nuevamente los dejará boquiabiertos al desplegar en pantalla una sorprendente frialdad para interpretar a dos personajes, que a pesar de lucir exactamente igual físicamente, también gozan de diferencias que el actor ha sabido plasmar en la interpretación. No está de más recalcar que sus escenas serán las más abundantes y aunque no es el protagonista principal -aunque pareciera que sí-, brilla como pocos. Otras inclusiones, como la de Demián Bichir salen sobrando, y las líneas vocales que tienen, así como sus interacciones con los demás, son hasta cierto punto correctas, pero eso no quita los clichés en los que llegan a caer, y claro, no podía ser de otra manera en una cinta que retrata por enésima vez la ya conocida temática de la tripulación en busca de un nuevo hogar -inclusive recordando a títulos recientes del entretenimiento, como Mass Effect: Andromeda -.

Alien: Covenant por otro lado, no busca innovar en ninguno de sus apartados y de manera bastante conservadora, constantemente utiliza características de sus predecesores entre las que vemos recursos clásicos como los ya vistos surgimientos del xenomorfo desde el cuerpo de su huésped, persecuciones llenas de sensaciones claustrofóbicas en pasillos llenos de tubos futuristas, explosiones, sangre por doquier y desmembramientos viscerales que aun así, no alcanzan la epicidad que todos hubiéramos deseado. Claro está que lo anterior para nada es negativo y estoy seguro que muchos de ustedes babearán y llorarán al observar los nuevos “modelos” que han sido generados para dar vida al clásico diseño de H.R. Giger. No obstante, al finalizar, esta película también deja un hueco que quizá pudo llenarse de no haber dejado cabos pendientes… otra vez.

Ridley Scott, a pesar de demostrar el conocimiento de su franquicia, y evitar errores de antaño, también recae en vicios que ya conocemos, y en su búsqueda por dar sentido a lo que nos cuenta, termina por contradecir teorías factibles y ofrece a cambio clichés de dominación universal, que posiblemente ya hayan visto demasiado en las producciones de Hollywood. El director, de igual manera, ve en Alien: Covenant la posibilidad de seguir expandiendo este universo pero que posiblemente, no sea la mejor idea. Muchos de ustedes inclusive podrían desear una secuela a Alien: Resurrection que el saber lo que viene después de esta misión del equipo Covenant. Eso sí, las dudas que quedan tienen el potencial necesario para dejarnos a la espera de una muy probable tercera parte de Prometheus, que seguramente veremos anunciada al conocer los reportes monetarios de la presente.

Visualmente, Alien: Covenant es bastante espectacular y al igual que sus tráilers promocionales, busca atraer al nuevo espectador con la realización de mundos ficticios generados por medio de CGI, así como nuevas especies de xenomorfos, que los más clavados gozarán al reconocer y claro, las sorprendentes vistas del espacio que para esta ocasión luce más esplendoroso que nunca antes. El vestuario de la tripulación también se asemeja al que vimos en las primeras dos entregas de Alien y algunos de ellos hasta referencían a estos, logrando reconocerlos al instante. Lamentablemente, en ocasiones la animación es un tanto deficiente y es posible que ese “face hugger” parezca no estar ahí en verdad; claro está, es necesario ser demasiado negativo para que estos detalles afecten su experiencia general con el largometraje.

La música nuevamente es exquisita, y las composiciones nuevas, así como el regreso de viejos conocidos, alegrarán sus sentidos. En un par de escenas, también escucharemos versiones de canciones de la saga tocadas por medio de flautas y aunque la banda sonora también es familiar, retoca su añadido con acordes modernos que le van muy bien a la producción. Las escenas de más tensión se ven aderezadas por sonidos que acompañan satisfactoriamente a la tensión, y los nuevos sonidos del xenomorfo nuevamente son aterradores.

En conclusión, Alien: Covenant es una película continuista, que a pesar de retomar las raíces clásicas de la franquicia, fracasa al no ofrecer nuevos elementos para el público espectador. La búsqueda de Ridley Scott por darle sentido a una historia absurda, como lo fue Prometheus, es un tanto más satisfactoria que esta, sin embargo el director también decae en ciertos momentos absurdos que inclusive son mejor representados en otros derivados de la saga, como los cómics. Michael Fassbender, por otro lado, es destacable y seguramente se convertirá en su favorito por la maestría que demuestra al interpretar a dos personajes al mismo tiempo; eso sí, el reparto en general es insuficiente y en muchas ocasiones innecesario, dando paso a un largometraje regular que sin embargo no deben perderse si son fanáticos del xenomorfo, creado por H.R. Giger.