Sin duda uno de los cantautores mas revolucionarios, irreverentes y originales de la escena independiente. Armando Palomas eligió el teatro Metropólitan como el elegante foro para conmemorar sus 30 años de carrera -“los primeros 30 nada más”; aclararía más tarde Armando”-; en una gran fiesta con invitados especiales. La noche daría inicio con la invitación especial del legendario Sonido La Changa, quienes pondrían el ambiente sonidero por unos momentos en algo surrealista teniendo en cuenta el foro. Posterior a ello Vampiro Canadiense en su faceta de DJ haría algunas mezclas con temas principalmente de punk. Despedidos ambos entre aplausos la noche quedaba lista para el festejado.
Armando Palomas arribaría entonces al escenario con un acompañamiento de músicos plagado de estrellas provenientes de bandas como Ritmo Peligroso, Julieta Venegas y Panteón Rococó; y tras darse su tradicional shot con la botella de licor colocada en una pequeña mesa arrancaba su presentación con “El payaso con alas en los pies”; mientras bromea con que a veces le preguntan si ha sido difícil mantenerse tantos años en esto “¡Qué va a ser dificíl! ¡Me empedo diario y me pagan!” dijo. “El bolero pelón” y “El amor descansa” fueron algunos temas tocados a continuación, en los que Armando compartió la reflexión de que son estos momentos en los que a veces se mira al espejo y se dice así mismo que hay que cuidarse para poder estar otros treinta años, lo cual por supuesto le atrae una carretada de aplausos. Además de la parte musical, Armando confesó era la primera vez que no estaba nervioso antes de un show y que de hecho estaba muy feliz, pues en el reciente libro “200 discos chingones del rocanrol mexicano” de David Cortés -y que mostraría al público Armando– el disco “El burdel de la soledad” aparece enlistado. La noche seguiría con la oda canina de “Matías” y la sexualmente bohemia “Tu muñeca” entre otros temas. Sin duda uno de los momentos más personales de la velada es cuando Armando comparte la anécdota de cuando se presentó en el Vive Latino a unos días de la muerte de su señora madre, y de que como todo un profesional se presentó en la conferencia de prensa del festival tras recién enterrar a su progenitora. De hecho, hubo varias dedicatorias durante la velada a ella y a su papá como cuando cantó “Canción de cuna para el mar de tus ojeras”; para después seguir deleitándonos con otras canciones más como “Hasta el fondo del zaguán” y el “Manual para conquistar a Claudia”.
En esta parte los invitados empiezan a hacer su arribo y los primeros como tal son los legendarios Los Dandy´s
y el trovador Edgar Oceransky con quienes interpretaría “Bolero de la mudanza” y el famoso tema de Los Dandy´s “Gema”; que de hecho fue un tema en los que más remarcó Armando la dedicatoria a su señora madre. La banda que acompaña a Armando lo deja prácticamente solo en el escenario a excepción del tecladista para que el cantante hidrocálido ejecute de manera muy personal y bohemia “Serenata Pacheca”, para que después ya de nuevo con toda su banda de nuevo el escenario desatara la locura con “Déjame besar tus ojos” y “Tan feliz como los pájaros”, ambos temas cantados de pie y a todo pulmón por un público totalmente rendido a sus pies. Era tal la entrega que Armando se dio tiempo para pedirle a la gente que levantara la mano mientras enlistaba diversos estados de la republica y bromeaba con que aquí en “chilangolandia” si lo querían, no como allá en Aguascalientes, su ciudad natal.
Las colaboraciones continuaban y ahora era el turno del maestro del acordeón Isaac “Campa” Valdez, quien fuera hasta mediados de este año figura y referente de la agrupación El Gran Silencio y con quien Armando cantó “El corazón no se arruga”. Posterior a ello arribaría al escenario uno de los artistas más esperados por Armando y que al parecer por algún retraso venía llegando casi derrapando al evento; estamos hablando del cantante de Ritmo peligroso, Piro Pendás, con quien colaboró para regalarnos en vivo “La rumba de la comisaría”. Pero sin duda una de las colaboraciones más inesperadas fue cuando el violinista y cantante de Caballo Dorado, Lalo Gameros, se integró al show para cantar con Armando la ya legendaria “Payaso de rodeo”, tema que no puede faltar en las fiestas y pues ¡esta era una fiesta! LNG/SHT sería el último invitado en aparecer, y la noche seguía su curso con canciones como “La balada del purgatorio”, “Cuando yo ya no esté aquí” y “Mutilado”. Fue aquí cuando de pronto nos enteramos que Ocesa -dueño del inmueble- le pedía ya cortar el tiempo del show a Armando, quien visiblemente molesto no paró de mentarle su madre a la famosa promotora alegando que el rentó el teatro y que por ende el podía extenderse: “Igual y me vetan después de esto pero me vale madre, chingas a tu madre, Ocesa” exclamaba visiblemente acalorado Armando. Fue así más por fuerza que con gusto que la noche tuvo que terminar pero lo hizo de forma épica, con todos los invitados de Armando sobre el escenario cantando en un gran jam “La chilanga banda” original de Café Tacvba. ¡Salud por otros treinta años más de carrera y memorias, maestro!
Todas las fotos por Antonio Arizti