Battlefield 1, el polémico intento de Electronic Arts y Digital Illusions CE (DICE) de revitalizar la franquicia que en su pasada entrega dejó mucho que desear. Con la misión de atraer un nuevo público y conquistar a su ya acostumbrada base de fanáticos, llega esta precuela que nos transporta en directo a la primera guerra mundial. ¿Lo habrán conseguido?
La constante crítica por parte de la prensa y el público en general, quienes deseosos pedían una secuela para el aclamado Battlefield: Bad Company 2 parecen no haber funcionado, y en su afán por “rejuvenecer” la franquicia base, la desarrolladora creó un concepto “nuevo” de guerra que en esta ocasión basa sus mejores características en la trama que desarrolla, siendo ésta contada a manera de diario y presentando así a un buen número de protagonistas que en conjunto, nos demuestran que la guerra no sólo se define por el armamento que cada ejército carga consigo.
Como lo hemos venido mencionando, la historia de Battlefield 1 nos lleva hasta el conflicto armado efectuado de 1914 a 1918, pero en esta ocasión abriendo nuestra perspectiva hacia un horizonte más humano y circunstancial, con ciertos tintes de la realidad que algunas novelas bélicas como “Sin novedad en el frente” consiguen involucrar a sus expectadores. Cinco distintos puntos de vista, cinco distintas maneras de enfrentar la adversidad global que pareciera tan abrumadora y feroz a la vez; cinco historias perfectamente contadas que al entrelazarse, llegan a la cumbre de la emotividad y que dejarán satisfecho a quien le ponga las manos encima. Eso sí, y como punto negativo ante la perfección de su bien contado guion, la campaña puede terminarse en poco más de seis horas si se le dedica la suficiente atención y considerando una dificultad alta en la misma.
El inicio en Battlefield 1 será familiar para aquellos que hayan disfrutado de sus antecesores (¿o predecesores?), ya que el esquema del control se mantiene intacto a como nos tenían acostumbrados; los gatillos L2 y R2 fungen como la mira y disparo de nuestra arma, mientras que en L1 encontraremos las granadas; el golpe cuerpo a cuerpo se encuentra situado en la palanca correspondiente a R3 y, por supuesto, podremos ponernos agacharnos al presionar círculo y esprintar al dejar presionado el L3. Todo en este título funciona a la perfección, por su gran respuesta entre las acciones que nuestras manos realizan y lo que vemos en pantalla. Las coreografías de acción perfectamente orquestadas por sus desarrolladores consiguen un verdadero espectáculo audiovisual que hace alarde de uno de los motores gráficos más recientes de la actual generación de consolas: el Frostbite Engine 3.
Nuevamente, DICE ha sabido cómo renovar el género de disparos con un concepto que resulta novedoso ante tanto futurismo y sci-fi. Es verdaderamente impresionante ver el detalle que se le puso a los texturizados de paisajes, paredes, uniformes y por sobre todas las cosas, las distintas armas que usamos durante la épica aventura; todas y cada una de ellas con sus propias animaciones y funcionalidad, proporcionando esa sensación de dificultad que podían haber llegado a tener al utilizarlas en el verdadero campo de batalla. Cada disparo se ve también fortalecido por distintos efectos rústicos, como que se utilizaba y algunos utensilios más para que éstas dieran el mejor rendimiento posible.
Por otro lado y adaptándose a las mecánicas actuales por las que se rige nuestra industria, Battlefield 1 cuenta en su diseño de niveles con algunas misiones que pueden completarse en el orden que queramos, siempre y cuando vayamos también haciéndonos de los elementos necesarios para continuar con nuestra laboriosa aventura en las trincheras de esta cruda realidad. A pesar de que no podemos categorizar al título como un juego del género sandbox, sí que agradecemos que se hayan incluido este tipo de zonas, ya que vuelven un tanto más digeribles los eventos presenciados ante nuestros ojos. Los vehículos nuevamente regresan para demostrarnos que “es peligroso ir solo por ahí”, si no nos creen, pregúntenle a Link. Los toscos tanques primitivos, avionetas con metralla, y hasta caballos estarán siempre presentes para aligerar los momentos en que es importante llegar de un lado a otro y en algunas secciones, como las del Zeppelin, hasta nos dejarán con la mandíbula en el suelo.
El modo multijugador de Battlefield 1 nuevamente es la mejor característica de esta precuela, devolviendo a la vida algunas competiciones como Captura la Bandera, Asesinato por Equipos, Pelea de Facciones (donde cada pelotón representará a un país en específico) y el aclamado ‘Rush’, que consiste en desactivar bombas del mapa, mientras estas son defendidas. Un detalle importante es la elección que tendremos que hacer desde la primera vez que accedemos a este apartado, obligándonos a portar el símbolo patrio que queramos defender en esta guerra en línea y así también, siendo capaces de utilizar los distintos componentes como pistolas de mano, escopetas, rifles de asalto, rifles automáticos y hasta de francotirador, todos ellos con distintos elementos visuales y de funcionamiento, que se diferencian por su peso, manejabilidad, pintura y diseño. Sin duda, el apartado que mantendrá a los jugadores en sus servidores y el que sembrará en ellos el vicio que solamente la saga ofrecer. Los mapas tienen ese sentimiento de enormidad que todos amamos y el observar la destrucción de edificios se convertirá en nuestro delirio.
Gráficamente, Battlefield 1 es uno de los juegos con mejor acabado técnico, brillando por el impresionante trabajo que los suizos de DICE pusieron en él y deleitando por el detallado casi artesanal que se consiguen gracias a la potencia de las máquinas actuales. A pesar de que el poder de una consola no se acerca ni remotamente a las PC, se agradece el empeño que la compañía le puso para asemejarlas lo más posible y hasta será casi imposible diferenciar la realidad de un escenario en este juego de Electronic Arts (o no, tal vez estoy exagerando, pero sí se ve muy bonito). Claro que, como era de esperarse, algunos bugs aparecen de la nada pero no arruinarán para nada la experiencia general.
Sonoramente, el trabajo del estudio es totalmente aplaudible, haciéndonos sentir la guerra en carne propia con sus perfectamente detalladas emulaciones de disparos, bombazos, motores y voces de aliados. La música es también una delicia y el tema característico ha regresado con algunos arreglos que lo siguen convirtiendo en el mejor recibimiento cuando entras a los menús o decides pausar los eventos para tomar un respiro.
En conclusión, Battlefield 1 es uno de los juegos imprescindibles en esta generación de consolas. Electronic Arts y DICE cumplieron con su cometido al desarrollar una épica aventura que encuentra sus mejores elementos en la trama que se cuenta de manera humana y que recuerda a otros juegos como Valiant Hearts y también en su multijugador, que nuevamente será el encargado de divertir y enviciar a todo aquel que acceda al mismo. El título es redondo en toda la expresión de la palabra y épico hasta en los menús que lo acompañan; posiblemente el único “pero” que podríamos ponerle es que resulta corto en su modo historia y los bugs visuales que no afectan para nada a este verdadero poema de guerra.