Si no eres Marvel Studios o Pixar, seguramente tu película fracasó este año. 2016 ha sido infame para la industria fílmica, y las grandes apuestas de los estudios han en su gran mayoría, fracasado. Ya sean secuelas como Zoolander 2, Alice through the looking glass, remakes como Ghostbusters, o ideas “originales” como la espantosa Gods of Egypt, la constante es que la gente simplemente no conecta con las cintas, y tras un engañoso fin de semana productivo, los números de taquilla descienden estrepitosamente en la segunda semana. Ben-Hur, la épica bíblica de Paramount no es la excepción, y se estima que será una de las mayores perdedoras del año… si no es que la mayor. Tras apenas unos días de estrenada, se ve casi imposible que el estudio recupere los 100 millones de dólares que costó hacer la cinta. De hecho, 150, si incluimos gastos de promoción y distribución.
Este remake de la película clásica de 1959 debería dejarle grandes enseñanzas a los estudios de Hollywood: Apostar a ideas nuevas en vez de rehacer cintas clásicas y universalmente amadas; no estelarizarlas con completos desconocidos como Jack Huston, y sobre todo no darle tu cinta épica de 100 millones de dólares al tipo que dirigió “Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros” y el bodrio aquel donde Angelina Jolie dispara balas que hacen curvas en el aire. Házme el favor.