Durante muchos años hemos tenido la falsa creencia de que meter el teléfono en arroz, luego de haberlo tirado al agua, podría ayudar a que este no se descomponga del todo debido a que el arroz estaría absorbiendo la humedad de su interior; no obstante, el día de hoy han dado a conocer información que podría terminar para siempre con esta costumbre.
Si bien, todos sabemos que los aparatos electrónicos son bastante sensibles, sobre todo si los sometemos a problemas como el tirarlos al inodoro o que por descuido se nos haya caído en un charco. Los factores son incontrolables y sí, también existen tecnologías que protegen tus terminales con resistencias como la llamada IP 68, pero vamos, hay que gastarse una buena lana para acceder a características como ella.
¿Cuál es la primera solución que se nos viene a la mente entonces? Claro, meterlo en arroz, porque durante años nos han dicho que esto podría beneficiar a su buen funcionamiento por arte de magia, ya que de momento ni siquiera sabemos cuál es el proceso por el que se recuperarían los circuitos electrónicos con esta vía.
Pero de acuerdo Vandal Random, se ha obtenido la siguiente información:
Ponerlo en arroz no soluciona nada, no se capta la humedad y no seca mágicamente el líquido que se puede encontrar en los lugares más recónditos de nuestro dispositivo. Dado que un estudio sugiere que al menos el 25% de los usuarios ha podido sufrir este tipo de accidente con su propio teléfono, este equipo recomienda una serie de pasos que pueden ayudarnos a recuperar nuestro smartphone rápidamente. En el caso de que no sirvan estos consejos, lo mejor es llevar el dispositivo a un especialista o si está cubierto por la garantía, al servicio técnico oficial.
Así pues, existirían mejores consejos para ayudar a que tu teléfono sobreviva como los que te dejamos debajo:
- 1. Apagar el dispositivo y no presionar ni botones ni teclas. Si nuestro teléfono ha entrado en contacto con un líquido que no sea agua y es resistente a líquidos como los últimos modelos, Apple y Samsung recomiendan enjuagarlo con mucho cuidado y con agua para evitar que queden residuos.
- 2. Secar el teléfono con papel absorbente o un paño suave.
- 3. Agitar suavemente el dispositivo para el eliminar el agua de los puertos de carga, siempre con movimientos delicados, intentando que no se pueda esparcir el líquido por el interior del terminal.
- 4. Retirar la tarjeta SIM.
- 5. Si tenemos un aspirador, ventilador o algún dispositivo que pueda aspirar, se recomienda usarlo con cautela. Nada de secadores de pelo, pues el calor puede averiar componentes, fundir otros o incluso romper los sellos de goma que evitan que el agua pase a lugares sensibles.
- 6. Una vez concluido el procedimiento, dejar el teléfono en un recipiente hermético y con paquetes de gel de sílice -sí, las bolsitas blancas que vienen en la ropa o en los zapatos nuevos- durante un tiempo prudencial.
- 7. No se recomienda cargar el teléfono hasta que se esté totalmente seguro de que está seco, pues esta acción puede llegar a generar más daños. Se insta que se esperen entre 5 y 10 horas antes de volver a intentar poner en funcionamiento el terminal.
Fuente: Vandal