El drama amoroso es uno de mis géneros favoritos, pero ¡ojo! esta no es una historia de amor. Esta miniserie de HBO es un viaje de cinco episodios por una ruptura, específicamente la descomposición de un matrimonio y el impacto emocional que tiene en las dos personas que lo integran. Protagonizada por Jessica Chastain y Oscar Isaac, la serie va explorando momentos clave hasta llegar a un final agridulce, que en lo personal, me pareció bastante realista.
Siempre lo digo, si no lo has vivido no lo entenderías. Bien dicen las madres que “nadie escarmienta en cabeza ajena” y ese mantra ancestral aplica muy bien para esta historia. Sería fácil afirmar que “no es cierto, eso no pasa” o incluso que “están super locos y tienen problemas mentales”. La realidad es que el amor -y el desamor- son sentimientos tan complejos que sólo cuando has vivido una situación similar entendemos los por qué.
Me atrevo a decir que HBO ha hecho un extraordinario trabajo con esta nueva versión que parece hablar a todo el mundo: casados, solteros o cualquier otro estatus sentimental. Te permite empatizar con los protagonistas o las situaciones y hace transparente un hecho irrefutable para cualquiera: no hay buenos y malos, el culpable siempre será determinado por el que cuenta la historia.
Crónica de una muerte anunciada
Mira (Chastain) y Jonathan (Isaac) han estado casados por algunos años pero su matrimonio se desmorona a medida que cada uno va reconociendo y aceptando lo que en el fondo siente que ha recibido y perdido del otro. Ella es una ejecutiva exitosa, ambiciosa y con grandes expectativas laborales; él es un profesor de filosofía dedicado al estudio, que se encarga de la casa y su pequeña hija. Amigos desde hace años, antes incluso de enamorarse, aunque poseen una profunda complicidad y afecto, esto no es suficiente para hacer funcionar su relación de pareja.
El punto de partida es que Mira ha quedado embarazada nuevamente; aunque de inicio ambos conversan y deciden tenerlo, el primer episodio cierra con Mira practicándose un aborto. Éste evento marca justamente el principio del fin para este matrimonio, que desde los primeros minutos se siente como “crónica de una muerte (fin) anunciada”, y el espectador queda fijado en descubrir cómo llegaron al punto de no retorno.
Me parece importante destacar que prácticamente sólo vemos a Jonathan y Mira a cuadro durante los cinco episodios, librando discusiones duras y crudas, con diálogos que nos dejan un nudo en la garganta. Monólogos extremadamente cargados de emoción que se siente como un dolor en el pecho.
La exitosa historia del cineasta sueco Ingmar Bergman
Como dato cultural, en 1973 el cineasta sueco Ingmar Bergman sorprendió al mundo con esta película, escrita y dirigida por él, donde reflexionaba sobre las relaciones de pareja de una manera particularmente profunda. Tuvo tanto éxito que ganó un Globo de Oro a Mejor Película Extranjera y también se llevó al teatro (en México se ha puesto varias veces).
Se convirtió en un retrato de los años 70, desde el punto de vista del matrimonio: lo que éste significaba, el rol de las mujeres, el sexo, la dependencia, la soledad, la monogamia y monotonía implícita en las relaciones de pareja de largo plazo.
Este remake de HBO rompe los clichés y adapta la compleja trama a las relaciones contemporáneas, tocando problemáticas actuales, al tiempo que desafía estereotipos arcaicos al invertir los roles; Jonathan es una especie de “amo de casa”, mientras que Mira aporta el principal ingreso económico de la familia.
Veredicto
Escenas de un Matrimonio obtuvo 91% de calificación en Rotten Tomatoes y ha sido elogiada por su veracidad e intimidad. En lo personal, me llevó por un viaje de momentos bastante familiares y me permitió revisitar memorias de mi vida desde otra perspectiva. Lo mencioné unas líneas arriba, si lo has vivido, será interesante recordar y tener una visión “desde afuera”; si no has experimentado algo similar, la crudeza y realidad que retrata sobre el matrimonio y lo que trae consigo, dejará pensando a más de uno.
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