En la presentación, después de un acto musical, donde escucharíamos un acto con una clásica flauta de viento, el instrumento más socorrido por los antiguos samurai, es entonces que después de la pantalla negra y letras blancas inicia el sonido de la lluvia, otra flauta de viento y al mismo rozar las ramas de los arboles, acto seguido veríamos al protagonista pasar por un asentamiento azotado por los mongoles, nos situamos en el noveno día de la invasión en la Isla de Tsushima, haciendo gala de los gráficos, vemos un galopar en un campo, con animales, viento y un Sol que está por morir, cuando llegamos al camino que dirige a un monasterio. Es entonces que veremos la jugabilidad en combate, la cual es fluida y vistosa, es así que se hace camino hasta llegar al monasterio, haciendo gala del sistema de acecho y movilidad, y no sólo eso, sino que muestra parte del hilo de la historia, que además de una invasión, vendrán traiciones y escenarios llamativos, entre lo tradicional, hasta ver el mundo conocido en llamas.