¡Huye!, el thriller que te hará reflexionar

¡Huye!, El thriller que te hará reflexionar
En conclusión:
¡Huye! es una cinta que persigue efectivamente el objetivo para el que fue creada; entretiene, asusta -en momentos cortos-, divierte, y hasta te pone a reflexionar al ofrecer temas delicados que, de alguna manera, intentan ser disfrazados bajo una cubierta de ficción que ciertamente no tiene nada de ello.
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¡Huye! -o Get Out en su idioma original – es una cinta dirigida por Jordan Peele, que desde su lanzamiento el año pasado en los Estados Unidos ha logrado un montón de cosas positivas, entre las que vemos la buena recepción por parte de la crítica y taquilla en general, provocando gran revuelo al acercarse su lanzamiento en los demás mercados comerciales alrededor del globo. Pero ¿qué hace tan especial a esta producción de Universal Pictures? ¡Entérate en nuestra review!

¡Huye! nos cuenta la historia de Chris (Daniel Kaluuya), un joven afroamericano plenamente enamorado de su novia Rose (Allison Williams), chica linda y sensual que aparentemente guarda cierto cariño y pasión por su pareja, que se ve demostrado desde sus primeros minutos. La cinta evoluciona rápidamente hacia el conflicto general de todo la trama, llevando a nuestro protagonista hacia el que pareciera un simple fin de semana de convivencia con sus suegros, en una apacible convivencia en el bosque. Claro que, como el slogan de la cinta indica “El estar invitado, no quiere decir que seas bienvenido” y como era de esperarse, el conflicto central del largometraje se verá desatado ante este interesante suceso.

El papel que juegan los padres de Rose, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford) es fundamental para los terribles actos raciales que la película se encontrará planteando a cada momento. La visión de su director para ofrecer casuisticas modernas que involucran temáticas relacionadas con los conflictos del mundo real, están tan bien involucrados en el thriller, que muchas veces hasta nos sentiremos ajenos a la misma, para al final reflexionar al respecto y encontrarnos con muchísimas referencias basadas en hechos de la sociedad que actualmente habitamos. Nuevamente y aunque no quisiéramos, Peele consigue dejar en su audiencia un fuerte mensaje relacionado con el tráfico de personas, el racismo y las subastas ilegales de esclavos que aún en el siglo XXI siguen vigentes. A pesar de flaquear en ciertos momentos, su guion perfectamente manejado conseguirá mantener su atención hasta el final de los créditos.

Las actuaciones de cada uno de los actores invitados a esta “fiesta” es bastante adecuada, y la mayoría del tiempo serán estas las encargadas de perturbar sus mentes con distintas expresiones corporales, gestos, actitudes y diálogos que siguen muy bien el ejemplo de “hipnotismo” al que se ven sometidos los involucrados en esto, y hasta involucrarán nuestra percepción de ciertas cosas como sonidos u objetos visuales que complementarán los cortos, pero acertados “sustos” que llegaremos a tener durante la proyección de esta. Por otro lado, si ustedes vieron algunas de las secuencias promocionales anteriormente, les decepcionará un poco darse cuenta de que el producto final no está tan lleno de los llamados “scare jumps” y el mismo se ve enfocado en contar una problemática que, además, tiene tiempo para el humor brindando por el experimentado Lil Rel Howery, en su papel del oficial del aeropuerto, Rod Williams.

La ambientación y fotografía que acompañan a ¡Huye! hacen gala de impresionantes locaciones, entre las que vemos carreteras y parajes que claramente referencian a obras del cine de terror clásico, como Friday the 13th, Halloween y hasta The Amityville Horror combinando la esencia de cada una de ellas en rincones, tomas, espacios cerrados y sobresaltos que destacan en encuadres que logran poner de nervios, aunque no tanto como las anteriores mencionadas aquí. El trabajo de producción realizado por los miembros que le integran, luce en todos sus apartados, llegando a un punto en que hasta la iluminación jugará papeles impresionantes que juegan con tu mente, agradablemente. No obstante y aunque en ocasiones la dirección hacia la que se dirige esta “demoledora” se ve interrumpida abruptamente, esta también reanuda correctamente el ejercicio de tensión al que te somete. Eso sí, y aunque la secuencia final es de lo más ridículo, les brindará un extraño sentimiento de satisfacción por lo que están presenciando.

Técnicamente, ¡Huye! es muy buena y la mayoría del tiempo brillará por la claridad e implementación de los pocos pero bien añadidos efectos visuales de la post-producción. Claro que, al no tener un presupuesto tan holgado, existen detalles mínimos que simplemente no terminan de encajar con el resto de escenas pero que no demeritan para nada su labor. La música oficial incluye temas clásicos ya conocidos y composiciones originales, que constantemente aparecerán para “enchinarles el cuero”. De igual manera, otros detalles como el vestuario y escenografía retoman ciertos clichés que sin embargo no podían faltar.

A pesar de que la labor de sus involucrados es de mencionar, es nuevamente Jordan Peele quien hace alarde de su experiencia al frente de las cámaras y detrás de ellas, dando un giro total al género por el que todos conocemos y haciéndole saber al mundo su sentir a través de ¡Huye! Las dudas que generó este proyecto, cuando fuese anunciado hace un par de años, fueron disipadas al ya poder habernos deleitado con esta combinación del horror, thriller y comedia que pocas veces saben convivir tan bien como en esta ocasión. Fuera del tono que todos hubieran pensado, este señor consigue efectivamente consolidar su creciente carrera al mando de las películas que el cine de Hollywood tiene para ofrecer al mundo, y qué mejor manera de hacerlo que tocando fibras tan sensibles que seguramente llegarán a públicos inesperados, aún cuando estos no estén acostumbrados a lidiar con los inconvenientes directamente.

En conclusión, ¡Huye! es una cinta que persigue efectivamente el objetivo para el que fue creada; entretiene, asusta -en momentos cortos-, divierte, y hasta te pone a reflexionar al ofrecer temas delicados que, de alguna manera, intentan ser disfrazados bajo una cubierta de ficción que ciertamente no tiene nada de ello. Grandes problemáticas como el racismo y el tráfico de personas son efectivamente retratadas en este largometraje que fácilmente te dejará satisfecho, si es que no acudes a tu cine más cercano con la idea de salir aterrado.