Mirai: Mi Pequeña Hermana, “Un viaje en el tiempo a través del cuarto de juegos”

3.5

Nominada en la categoría de mejor película animada en los 91  premios Oscar, ganadora de los Annie Awards, premiada por la Academia japonesa e incluso galardonada en el Festival internacional de Cine de Guadalajara, por fin llega a México “Mirai,  Mi pequeña  hermana”.

Cuándo somos niños nuestra imaginación siempre logra ir más allá de lo común, dónde el llamado a la aventura es de lo más divertido siempre que vaya acompañado de la entropía, pero sobre todo de nuestros padres, quienes estarán ahí para alentarnos a seguir en ese mundo de fantasía creado, seguir nuestro juego y siendo nosotros su principal interés. ¿Qué pasaría si de repente toda esa atención se desvaneciera? ¿Si de pronto alguien más “robe” a nuestros papás y ya no piensen más que en aquel ser indefenso, frágil y a la vez encantador? ¿Aceptaremos el rol del hermano mayor  o es mejor escapar de aquella realidad?

Tras la llegada al mundo de la pequeña Mirai, la vida de Kun cambia de una manera peculiar, él, siempre tan divertido y ocurrente, amante de los trenes y enemigo de la parsimonia, se tornará apático, desobediente, berrinchudo y en ocasiones malvado al no querer a su linda hermanita, pues siempre necesita de alguien que le haga segunda, en este caso sus padres, quienes ahora  dejarán de brindarle toda su atención.

Es ahí donde el camino al pasado, presente y futuro de Kun y su familia tomará importancia en esta historia, dónde el cuarto de juegos, su  mascota y la imaginación serán lo más importante para sobrellevar la soledad creada en su mente pero sobre todo a aprender a que la vida no gira en torno a él y que las actitudes de hoy pueden ser contraproducentes al mañana, así podrá cambiar el rumbo de su vida y la de los demás.

Nos encontramos quizá con la obra más “humana” de Mamoru Hosoda debido a que se enfoca en acontecimientos mas comunes, en este caso la llegada de un nuevo bebé en una familia con un hijo único quién a veces se siente desplazado al ver que sus padres ya no le prestan atención como antes, sin embargo, no deja a un lado  esa chispa de magia que es capaz de crear un niño de esa edad en conjunto con los pequeños giros y sorpresas en la historia que se encuentran siempre presentes en estas películas de animación.

Así pues, nos adentramos en una historia simple pero interesante, en la que los adultos aprenderán y tal vez recordarán fragmentos de su vida que pudieron cambiar lo que ahora presencian, que cada semilla plantada en  la tierra de la existencia tiene un rol específico y puede crecer de una forma diferente dependiendo la forma en que sea tratada, en otras palabras cada pequeño detalle en nuestro pasado marca el presente y define nuestro futuro.

Así mismo, se debe tomar en cuenta que la cinta  está enfocada en un público adulto, pues a pesar de la simplicidad de la historia es en momentos pesada, aparentando lentitud en el segundo acto y volviéndose repetitiva, cuya resolución y significado  se muestra al final de una manera muy corta, haciendo sentir al espectador un poco de inconformidad al no saber hacia dónde se quiere llegar con todo ello hasta la conclusión de la trama.

Si se quiere tomar como puntos de compensación a la trama,  se puede considerar a la animación misma, que está creada de manera extraordinaria, llega a un balance entre lo real y lo fantástico, cada detalle está muy bien cuidado además de ser discreta al no llegar a la exageración, sin duda es algo que se agradece por el sentimiento de seriedad que se le ha dado a esta película.

Algo digno de destacar es el doblaje al español latino de esta película, pues no es para menos que los encargados de darle vida a estos personajes sean especialistas en animación japonesa. Cada expresión y sentimiento quedan plasmados de manera perfecta y sobre todo se logra sentir la conexión a el actor y la caricatura, como si fueran uno mismo. Estos corren a cargo de Laura Torres quien interpreta a Kun; Susana Moreno como Mirai; Cristina Hernández y Eduardo Garza que dan vida a los padres y Óscar Flores como Yuko.

Una película con una guía diferente, que nos enseña a cómo ser hijo, afrontar las diferentes circunstancias que se nos presenten, que invita a la introspección, pero también a cómo ser padres, enfocada en la fraternidad y la unión familiar.

FECHA DE ESTRENO EN MÉXICO: 19 DE ABRIL

Mirai: Un viaje en el tiempo a través del cuarto de juegos
En conclusión:
Una película con una guía diferente, que nos enseña a cómo ser hijo, afrontar las diferentes circunstancias que se nos presenten, que invita a la introspección, pero también a cómo ser padres, enfocada en la fraternidad y la unión familiar.
3.5