“Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán á mi, y no los oiré.” Jeremías 11:11
Usualmente, cuando terminas de ver alguna obra, exposición o proyecto y terminas con más dudas que respuestas hay dos justificantes: O no entendiste nada de lo que acabas de ser testigo o tal presentación no funciona. Es ahí cuando debes analizar aún más a fondo aquello que acabas de presenciar, si aún así no encuentras el sentido, entonces el segundo es el que se identifica con tu razón.
Así es precisamente como te deja de primer momento Nosotros, la nueva propuesta de Jordan Peele, con una inconformidad y en ocasiones tan decepcionante pues si bien tiene una propuesta interesante y toca temas interesantes desde religiosos y políticos también encuentras aspectos sin sentido, pésimos justificantes, mal manejo de la línea temporal y un propósito indefinido. Y hay que ser sinceros cuando hablamos del concepto de “lo políticamente correcto” que se ha dado últimamente, en casos cuando la crítica fuerte va contra aspectos que hace algunos años eran víctimas de racismo, en este caso una película con protagonistas de raza negra, no nos hagamos los desentendidos cuando observamos a la crítica elogiando trabajos como estos cuando no lo ameritan (¿O no, premios Oscar?), cuando la misma gente del reparto cae en esos estigmas poniendo por ejemplo un soundtrack lleno de rap cuando hay gente “de color”, ya lo vimos con Black Panther, Spiderman: Into The Spiderverse… En fin.
La historia está enfocada en los Wilson, una familia común que se encuentra de vacaciones en Santa Cruz, California, Estados Unidos. Todos están felices y animados de pasar unos días en la playa, excepto Adelaine (Lupita Lupita Nyong’o) que curiosamente se siente incómoda, pues recuerda algo que ocurrió en su infancia en ese mismo sitio y cambió su vida. A pesar de esto todo parece ir bien, hasta que encuentran a una familia en frente de su vivienda, cuatro integrantes que extrañamente son exactamente igual a ellos pero con intenciones verdaderamente macabras.
Así nos adentramos en una trama llena de intriga, confusión y terror, sin duda, algo que llama de inmediato la atención. Es ahí cuando se debe reconocer el trabajo realizado en el primer acto de la cinta, una historia que te atrapa en el momento y de inmediato te comienza a crear ciertas preguntas en tu mente, algo que se agradece infinitamente, un filme que estimule esa capacidad de dudas y entendimiento y no solo pase “por encima”.
Todo acompañado de una excelente ambientación sonora a cargo de Michael Abels quien también participó en la aclamada cinta Get Out. Es sin objeción alguna el mejor trabajo del filme, uno no puede dejar de adentrarse en la historia con esa música tan “creepy” que en la mayoría de sus momentos te crea la tensión necesaria y un ambiente lúgubre. Es simplemente perfecta, de verdad agradeces cada momento en que se presenta, haría a cualquier escena la más incómoda de ver y eso es admirable. Precisamente ese punto es el que refuerza las actuaciones de nuestros protagonistas quienes además de realizar un buen papel reflejan de una manera asombrosa esa dualidad característica del filme.
Lupita Nyong’o se lleva definitivamente los aplausos. Esa sensación de terror en sus ojos es verdaderamente sublime, las expresiones faciales de preocupación, culpa, miedo ira, rabia y venganza están muy bien representadas, sientes cada una de las emociones, un trabajo actoral impecable, es curioso ver su cambio de voces, la mortalidad de su cuerpo al reflejar la fatiga y desesperación del momento.
Una película por más terror que sea no debe sentirse tensa en todo momento y es de lo que se encarga Winston Duke, quien en el papel de Gabe Wilson rompe con cada situación de esta índole, con un rol de un padre divertido, hiperactivo y con un sentido del humor exageradamente optimista, en ocasiones llega a crear una sensación de hartazgo pues hace ver que la trama se enfoca en la comedia cuando no es así, a pesar de esto, es un personaje que te da un breve respiro después algo terrorífico y se agradece.
Este último punto nos hace enforcarnos en los puntos malos que comienzan claramente con esta parte de Gabe, de verdad es tan absurdo en ocasiones que lo hace parecer estúpido en lugar de dinámico y positivo. En conjunto con algunas escenas que rayan en lo absurdo cual película de terror de protagonistas juveniles que vacacionan lejos de la población y demás cosas que ya conocemos. La película pretende dar un giro de tuerca en el último acto para crear más impacto al espectador, sin embargo, es lo más predecible del mundo desde el principio de la cinta y eso es sinceramente decepcionante. Vaya, entendemos las incesantes referencias que nos lanzan para comprender el porqué de la historia, algo que desafortunadamente no podemos contar para evitar spoilers, pero la conclusión se queda injustificada, no tiene un propósito real.
Muchos podrían mencionar que es una historia completamente innovadora, pero no es así, al darnos la sensación de un “mundo al revés” que ya hemos visto por ejemplo en Stranger Things, personajes malvados con máscaras o trajes. Aspectos conspiracionales que involucran a un país completo que siempre es algo rentable tratándose de Estados Unidos…
Michael Abels nos atasca de justificantes de su obra como el que se refiere al pasaje de la biblia, Jeremías 11:11, curiosamente un nombre que parece tener dualidad, las tijeras, los trajes rojos los conejos, y otros aspectos que nos podrían recordar a las obras de Stanley Kubrick, algo que es digno de reconocerse.
En conclusión, Nosotros es una película con una propuesta interesante que no termina de cuajar, que deja más dudas que respuestas no precisamente por las demasiadas referencias sino por los huecos del guión y sinsentidos, pero que funciona de buena manera por tener algunos aspectos que refrescan la manera de ver el cine de terror.