PlayStation VR, ¿es una buena compra en 2020?

La realidad virtual lleva ya varios años entre nosotros, dejando de ser una simple moda en la industria y fortaleciendo la idea de los gamers viviremos -en algún momento- un cambio radical en la manera de jugar, adaptando estos dispositivos como la verdadera manera de adentrarnos en uno de esos videojuegos que tanto nos gusta vivir, tal cual como en los mundos ficticios de Sword Art Online o Ready Player One. PlayStation es un claro partidario de esto y hoy nos toca hablarles de su propio dispositivo, el PS VR.

El PlayStation VR fue lanzado hace ya 4 años, y aunque pareciera que fue ayer cuando Sony confirmó su incursión dentro de este sector tan de nicho, ya hemos vivido inclusive dos evoluciones del propio dispositivo que, originalmente, incluía muchos más cables e incompatibilidad con pantallas y monitores HDR. Gracias a PlayStation Latam pudimos ponerle las manos encima y comprobar desde nuestra propia perspectiva si en realidad esta tecnología es el siguiente paso que debe seguir la industria o si la idea de que es una moda que se extinguirá con el tiempo, como muchos afirman.

Lo primero que es importante destacar es lo fácil que resulta adentrarse en la realidad virtual con este dispositivo, ya que, a diferencia de los Oculus en PC, este no pide adaptarte a ningún requerimiento de hardware ni realizar configuraciones adicionales y luego de seguir algunos sencillos pasos (y lograr colocar todos los cables en lugares que no estorben tanto) podrás iniciar a jugar en cualquiera de los modelos disponibles del PS4, ya sea el original o su versión slim y por supuesto en el PS4. Además Sony ya ha confirmado que su consola de nueva generación también será compatible, y lo único que necesitaremos será un adaptador para conectar la cámara a esta sobremesa.

La completa retrocompatibilidad de PS5 es, probablemente, el mayor motivo que tenemos para pensar que Sony seguirá apoyando el desarrollo de nuevos títulos como lo hiciera hace un par de meses con el sorpresivo Marvel’s Iron Man, que por cierto ya he podido terminar y aunque me pareció una aventura bastante corta, me encanta poder también decir que es lo suficientemente sólida como para dejar de ver estos dispositivos como un gadget para demos técnicos ya que, además de sus 7 horas de incansables enfrentamientos, también nos demuestra que se pueden contar buenas historias en las cuales adentrarnos de propia piel. Eso sin contar Resident Evil 7, que también alza la mano para aterrarnos al estar en los zapatos de Ethan Winters.

Por otro lado, el catálogo de PlayStation VR cuenta también con distintas experiencias jugables que me han sorprendido de grata manera, siendo la más reciente Star Wars: Squadrons, que en realidad virtual es una pasada aunque con un par de horas dentro, puede llegar a marear, comprobado también con mi cuñado que es gran fanático de la saga y cumplió su sueño de unirse a la rebelión. Y aquí nos encontramos con uno de sus principales problemas, ya que al ser una tecnología que gracias a las perspectivas engaña a tu cerebro, también tiene consecuencias físicas como lo anteriormente mencionado y una cantidad de sudor que mejor ni les cuento. Eso sí, la posibilidad de voltear a nuestra disposición para deleitarnos con lo bien construidas que están las galaxias, así como las naves y los enfrentamientos, valen toda la pena del mundo.

De igual forma, otros aterradores juegos como Until Dawn: Rush of Blood y The Impacient resultan ser muy satisfactorios, sobre todo si son fanáticos de este universo en crecimiento que inició -precisamente – con Until Dawn, la aventura donde unos jóvenes se topan con una maldición que terminará con sus vacaciones en las montañas y que en realidad virtual te brindan más detalles sobre el cómo inició, se desarrolló y terminó por quedarse. De manera bastante segura, el proyecto será retomado en la nueva generación.

Dreams, el creador de sueños de la compañía merece una mención aparte, ya que es el más trabajado y atractivo de todos los títulos que he venido probando: este cuenta con dos modos, uno donde puedes utilizar el visor como pantalla de cine para simplemente ver todo en grandote (aunque esta opción está activada para todos los juegos del PS4) y otro donde las creaciones de los usuarios están diseñadas como puzzles, retadores cuartos intrincados, oscuros escenarios y apabullantes carreras, que prácticamente tienen ramificaciones infinitas y que con el tiempo seguirán creciendo en cantidad y calidad, ya que prácticamente el límite es la imaginación de los jugadores. Premisa que se ha fortalecido desde la versión base del juego y que en realidad virtual lo confirma.

¿Entonces es el PlayStation VR una buena opción en 2020? Yo considero que sí, si estás dispuesto a pagar por ello. Lamentablemente, no es un gadget accesible para todo el mercado en aspecto de costos y aunque las aventuras jugables son suficientes para pasar un buen rato con él, su precio desde el lanzamiento se ha mantenido bastante elevado y con la pandemia todavía más. De igual forma, creo que no es la manera ideal para pasar muchas horas en un videojuego, ya que comenté más arriba, en ocasiones marea y es complicado poder retomar enseguida el momentum en el que estás.

Conclusión

El PlayStation VR es la opción mas accesible con el usuario para darle una probada al que podría convertirse en el futuro del gaming, según el anime y el cine. Las distintas posibilidades y la magia que produce el adentrarnos de lleno en títulos como Marvel’s Iron Man, Resident Evil 7, Dreams y Until Dawn, son posiblemente el hecho más contundente para hacernos de uno en este año y esperar que gracias a la retrocompatibilidad del PS5 en un futuro los proyectos sean todavía mejores. Personalmente me ha sorprendido y tanto a mi hermana, como mi cuñado, que me estuvieron acompañando a jugar, también.