Cuando uno escucha sobre una película de terror psicológico con temática adolescente de inmediato podría alejarse de la situación y con justa razón, pues para este público, las historias son de lo más trilladas: La típica pareja de enamorados, los Bullys, la chica que goza de su sexualidad, drogadicción; todos ellos aislados de la población y siendo atormentados por una entidad espeluznante, ya sean asesinos despiadados o fantasmas.
Afortunadamente, hay cintas que se desvían de lo típico y ofrecen al espectador una trama con cambios interesantes, como en el caso de Happy Death Day del Director Christopher Landon y de la que apenas contemplamos una segunda entrega, acompañado de BlumHouse Productions y Jason Blum quien ha cosechado éxitos con esa temática con The Purge, Insidious y Get Out. Esta vez tenían que ir más allá y ofrecer al público algo nuevo, diferente, con toques del terror clásico pero con la frescura del siglo XXI.
Es así que llega Ma (también llamada El Sótano de Ma), una película interesante que logra combinar dichas temáticas y sobre todo que funciona totalmente. Quién no recuerda esa etapa adolescente en la que queríamos pasarla bien, que llegara el fin de semana para juntarnos y alcoholizarnos hasta un estado de inconciencia, sin embargo, la diversión siempre viene acompañada de la tragedia y no nos dábamos cuenta de los riesgos a los que pudimos enfrentarnos, pues afuera siempre hay lobos con piel de cordero con una mentalidad más que dañada que podrían hacerte vivir un infierno. Parecería que todos esos riesgos se han desvanecido con el paso del tiempo gracias a la comunicación constante por medio de las redes sociales pero ¿Ya has de saber que toda la información que compartes ahí puede ser contraproducente, no?
De esta manera adentrémonos a esta historia…
Ante una estricta ley estadounidense de la venta prohibida de alcohol a menores de edad, un grupo de adolescentes se detiene en una licorería para pedir ayuda a algún adulto y puedan disfrutar de las bebidas embriagantes, ante esto una mujer regordeta, con un corte de cabello peculiar y aspecto descuidado se ofrece a ayudarlos, así como ofrecerles su hogar para pasarla bien. Todo parece común y agradable, sin embargo, siempre existe esa sensación de incomodidad en alguno de los chicos, hay algo que no está bien en la actitud de Sue Ann (Octavia Spencer), una mirada que pretende ser tierna pero a la vez intimidante, con un hilo de paciencia muy delgado que haría a cualquiera alejarse si no fuera por su gran poder de convencimiento. Poco a poco Maggie (Diana Silvers), Haley (McKaley Miller), Andy (Corey Fogelmanis), Chaz (Gianni Paolo) y Darrel (Dante Brown) se van dando cuenta de que aquella persona quien pudo haber sido una gran confidente se volverá en su peor pesadilla. Aquí es cuando la venganza, el miedo y el terror disfrazado de diversión toma lugar. Donde se toman en cuenta las consecuencias y el daño que se puede llegar a cometer por alguna estúpida acción en esta etapa y sobre todo el peligro constante de compartir información personal.
De inmediato se cae en cuenta de que la cinta contiene un guión que podría parecer muy simple, plano y predecible, pues son temas en los que actualmente se debate con los padres: El estar atentos a lo que compartimos en redes sociales, las personas que están “en mi círculo”, no platicar con extraños y demás. Lo interesante de Ma es que se enfoca en mayor parte en el lado opuesto de la historia, en la vida de nuestro “antagonista”, en su psique, la razón del por qué se comporta de esa manera y su propósito. Algo que Octavia Spencer realiza con espectacularidad y, por esta razón hemos decidido hablar más detalladamente de ella que de los demás actores, no por un mal trabajo sino porque realmente se roba la película.
Es una mujer tan comprometida con su papel que te maravilla y te hace dudar incluso de tu estado mental pues logras conectar con Sue Ann, logras de cierta manera comprenderla y justificarla, le das la razón incluso por sus actos más violentos, un grado de empatía extraño y emocionante donde incluso podrías llorar o reír con ella.
De verdad es tan grato contar con personas tan dedicadas, que te hacen sentir hambre de más, que aplaudes su presencia y cada una de sus tomas, la expresión de sus bellos ojos es tan impactante, de inmediato sientes esa tensión e inseguridad que te atrapa, percibes la melancolía de su ser. Sus momentos de felicidad también lo son para ti, te alegra el corazón verla sonreír, bailar y disfrutar por un momento su vida que casi en todo momento es oscura, llena de maltrato, violencia y discriminación.
A pesar de todo esto, puede que para algunos no sea más que una copia de un trabajo logrado anteriormente ¿Recuerdas a Annie Wilkes, interpretada por Kathy Bates en la película Misery? pues es sumamente similar, una intención de “si no quieres que te cuide/sea tu amiga te haré daño” se hace presente. Además algunas escenas de esta cinta son idénticas a la de 1990, lo cual viéndolo positivamente se relacionaría como una adaptación, por el otro lado, una grosería.
Otro trabajo que destaca es el de Christina Voros, que nos regala tomas bastante atractivas, que reflejan perfectamente las emociones del momento, algo que en una película como esta podrían pasar desapercibidos sobre todo para el público para quien mayormente va enfocado pero que pueden llegar a sentirse fácilmente.
De esta manera se sostiene a la simplicidad de la trama que bien podría ser tomada como cualquiera, haciendo pensar al espectador que hubiera sido una mejor idea hacer un remake de Misery con Octavia Spencer, pues en momentos cae en los clichés típicos de este tipo de proyectos, como adición y contrario a esto, resultan curiosas las múltiples referencias de ciertos términos despectivos.
En conclusión, Ma nos cuenta la cruda realidad de la vida, las consecuencias de los actos de la adolescencia y el como repercuten en la adultez, acompañado de una temática actual que refresca y adorna a una trágica historia.
Fecha de estreno en México: 30 de mayo de 2019