Reseña | Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Una de las mayores exclusivas del PS4, que llegara durante los últimos meses de la existencia de esta consola ha regresado con bombo y platillo a la nueva generación, con grandes mejoras y nuevo contenido que quienes hayan disfrutado junto a Jin Sakai seguramente agradecerán. ¿Podrá este corte del Director convertirse en la edición definitiva de Ghost of Tsushima?

Luego de InFamous: Second Son y su posterior contenido descargable llamado InFamous First Light, Sucker Punch, la desarrolladora second party de PlayStation Studios, había estado trabajando en un nuevo título que muchos ni siquiera veíamos venir y que se diferencía con creces de las demás franquicias que hicieron popular a este equipo de desarrolladores. Sin Cole McGrath, Delsin Rowe o el mismo Sly Cooper, Ghost of Tsushima logra colocarse entre esas entrañables exclusivas que – sin duda – marcan diferencias entre los nipones y su competencia más cercana.

Los hermosos paisajes que se ven en Ghost of Tsushima

La principal duda que como jugadores teníamos era si la propuesta marcada por Ghost of Tsushima no resultaría demasiado arriesgada ya que el concepto en ocasiones lucía bastante similar al que vemos en otros títulos como Onimusha, Tenchu, Assassin’s Creed, Dark Souls y hasta el más reciente Sekiro: Shadows Die Twice, sin embargo la aventura logra desmarcarse por méritos propios, sin dejar de lado el hecho de que las similitudes son bastante claras en ocasiones y el estudio no tiene ningún reparo en hacerlo notar de esta manera, enfatizando detalles que lo hacen familiar para conseguir una adaptación temprana de mecánicas como la exploración, combate y hasta los numerosos segmentos que debes resolver de manera sigilosa.

La trama de Ghost of Tsushima es fundamental para entender el conflicto originado en Japón a finales del Siglo XIII, con un ejército mongol haciéndose con el poder y expandiendo su dominio hasta lugares recónditos como la isla de Tsushima de donde Jin Sakai es originario. Nuestro protagonista, un laureado samurai legendario, deberá poner en alto la memoria y honor de su ahora extinguido clan en una aventura que nos llevará a conocer detalles bastante importantes en una historia que pocas veces se retoma en el mundo del entretenimiento y ese es posiblemente su mayor acierto. Para no hacer spoilers, esta historia se cuenta por medio de tres actos distintos que entrelazados entre sí, Irán avanzando en una historia con capítulos nombrados de acuerdo a los hechos que viviremos a continuación. ¿Su duración? Más o menos 50 horas.

La exploración es fundamental

De la mencionada y enorme duración, es importante destacar el hecho de que Ghost of Tsushima se desarrolla en un mundo abierto que te mantendrá explorando por horas, siguiendo únicamente el rumbo del viento. La sorprendente y orgánica conexión que Sucker Punch ha creado con los jugadores está presente desde el menú inicial y confirme pasas tiempo en este espléndido mundo creado de forma artística y perfecta, seguramente te conectará con el entorno para hacerlo fluir orgánica e intuitivamente en la relación jugador – protagonista. Y sí, aunque esto suena demasiado romantizado, la experiencia vivida en este título es difícil de describir de otra manera.

Si bien las mecánicas no están del todo pulidas y en ocasiones el ritmo del juego decae entre la acción y la exploración, Ghost of Tsushima consigue enamorarnos por medio de una cadena de distintas sensaciones multisensoriales relacionadas a lo que vemos y escuchamos. El trabajo artístico de Sucker Punch es simplemente hermoso y si algo debo destacar es el diseño sonoro que se puede apreciar y que en ocasiones inclusive me llevó a quedarme en la orilla de un riachuelo para simplemente concentrarme en lo que me rodeaba. También es bastante frecuente el quedarse a observar los panoramas, atardeceres, cambios de clima y esas mágicas nubes que – al menos en mi caso – nunca había podido observar en un videojuego. El desarrollo paulatino y evolución del medio ambiente en el que se sitúa Ghost of Tsushima está tan bien elaborado que transforma este título en un nuevo estándar que pone como ejemplo el como debe crearse un sistema de evolución en el género de mundo abierto y que pocas compañías, como Rockstar Games, habían conseguido hasta ahora.

Por otro lado y aunque en el papel el sistema de combate de Ghost of Tsushima pareciera demasiado simple, te tomará varios enfrentamientos poder conseguir dominar el timing al blandir tu espada contra tus enemigos y así salir vencedor de los muy numerosos encuentros contra rivales que te hacen la vida de cuadritos. La inteligencia artificial es correcta la mayor parte del tiempo, sin embargo en ocasiones me hubiera encantado que “los malos” fueran un tanto más proactivos, y que quizá se les añadirán más herramientas para localizarte, sobre todo cuando te encuentras en ese momento “fantasma”. Eso sí, los momentos cinematográficos están a la orden del día e inclusive el propio juego se centra en ejecuciones ocasionales que suelen mostrar animaciones distintas todo el tiempo, para que ese derramamiento de sangre no se convierta en una tediosa y aburrida carnicería. Su esquema también favorece el no apretar botones a lo loco y eso se agradece.

Gráficamente, Ghost of Tsushima es una de las aventuras más equilibradas entre un gran trabajo de arte y un muy pulido apartado técnico que lleva al PS5 hasta un escalón bastante elevado de rendimiento, que aun así pareciera no hacerlo ni sudar; a diferencia de su contraparte de generación pasada en PS4 y PS4 Pro. Como mencioné anteriormente, Sucker Punch ha creado un nuevo mundo lleno de misterios por encontrar y belleza por descubrir. Los modelos de personajes principales y secundarios son sorprendentes la mayor parte del tiempo y aunque desde InFamous Second Son ya nos daban una probada de lo que era capaz está consola, ahora regresan para dar cátedra inclusive a los que no creían en ellos. Un mundo vivo que querrás recorrer y admirar.

El modo foto te permite lograr tomas hermosas como esta

En conclusión, Ghost of Tsushima fue una gran joya para la corona que dejó el PS4 y una también se convierte en una perfecta razón para estrenar la PS5. Es una aventura creada con tanta pasión por el detalle que difícilmente podrás de jugar hasta no conocer el desenlace y que a pesar de su duración, enamora por medio de una historia original, un mundo fresco, orgánico y mecánicas de combate casi perfectas. Un título exclusivo que vuelve a la vida con un montón de novedades en rendimiento y una perfecta continuación en la Isla de Iki, que te ayuda a conectar de mejor manera con el universo que seguramente seguirá creciendo a futuro.