Reseña | Ghostbusters: El Legado

Los cazafantasmas o Ghostbusters se han convertido en una de las más grandes franquicias del entretenimiento desde hace ya más de 30 años, cuando grandes y chicos se enamoraron de una historia que involucraba entes misteriosos y humor cortesía de sus actores principales, como Bill Muray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y Harold Ramis, quienes por generaciones han dejado marcados a millones de cinéfilos de todo el mundo. Hoy, tras un fallido intento por “rebootear” la saga, nos encontramos con ‘Ghostbusters: Afterlife’, que bajo la dirección de Jason Reitman tiene como encomienda reivindicar a las leyendas que conocemos, ¿lo logra?

Primero que nada es importante destacar que Ghostbusters: El Legado (como fue nombrada en México) no tiene nada que ver con la cinta del 2016, que tenía como principales personajes a 4 chicas que no terminaron por agradar a prácticamente nadie e inclusive pareciera que Sony Pictures no tiene intenciones ni de mencionar el proyecto, ya que a pesar de las múltiples referencias que vemos en sus casi dos horas, ninguna de ellas nos retoma hacia el mencionado largometraje. La conexión de esta secuela es directa a los hechos que seguramente conoces, incluyendo los vistos en el videojuego que salió en el 2009 y que para muchos fanáticos es la última aventura canon de sus héroes favoritos.

Así pues, la trama inicia con una breve escena llena de misterio y oscuridad, donde vemos una secuencia que logrará emocionarte para así dar paso a la historia principal de Ghostbusters: El Legado, con una madre soltera en apuros y sus dos hijos, Trevor y Phoebe. Mientras se va desarrollando el hilo principal de esta historia, descubrimos que quizá todos ellos mantienen un lazo más estrecho del que todos pensamos con los legendarios Cazafantasmas que – actualmente – siguen influyendo dentro de la cultura pop de su propio universo.

Como era de esperarse y como mencioné al inicio, la película está plagada de referencias por aquí y por allá, todas y cada una de ellas tratada con mucho mimo y cariño para así mantener la atención de los viejos fans, pero también cautivar a los que no lo somos tanto; prácticamente en cada escena estaremos viendo guiños al pasado que de forma orgánica se integran a una muy buena nueva saga que a pesar de sentirse un tanto cliché, también retoma las raíces que le hicieron popular.

Inclusive a manera de presentación, Ghostbusters: El Legado consigue atmósferas retro, que combinadas con las nuevas posibilidades tecnológicas de efectos especiales, nos brindan una mejor perspectiva del cómo podrían funcionar las armas, trampas y hasta la existencia de fantasmas en una tierra real como en la que habitamos. Eso sí, en ocasiones se siente “falsa” y exagerada, sin embargo no lo veo tanto como error, sino como una clara referencia a de dónde viene y a dónde van las ideas de su director.

Para nuestra fortuna, prácticamente cada minuto de la película está muy bien integrado dentro de la trama por lo que a pesar de sus dos horas, no se te va a hacer aburrida y sobre todo si eres fan, te vas a encontrar buscando nuevas formas para mantener tu mente presente dentro de la película que seguramente conseguirá llevarte a otros tiempos, como bien mostrara la cinta de Ratatouille. El cariño con el que fue tratado este proyecto se nota y fuera de lucir sin reparo como un producto hecho para generar dinero, fácilmente se convierte en un bonito homenaje para actores y espectadores por igual.

En el elenco de Ghostbusters: El Legado, nos encontramos con grandes talentos nuevos como Finn Wolfhard (Stranger Things), Mckenna Grace (Young Sheldon) y otros no tan nuevos de la talla de Paul Rudd, Carrie Coon y muchos más que prefiero no mencionar para esta ocasión ya que quizá arruinaría la ilusión de muchos al estar sentados en su cine favorito, presenciando el regreso de una franquicia tan grande en un año como este, en el que apenas se siente un poco de salida la pandemia que nos ha tenido en jaque.

Si bien, algunos efectos especiales se sienten flojos y la banda sonora no es tan memorable, ambos en conjunto logran un producto audiovisual bastante atractivo que personalmente recomiendo disfrutar en una pantalla IMAX.

En conclusión, Ghostbusters: El Legado es una cinta que logra poner nuevamente en los más alto a los viejos conocidos que todos amamos y sus aventuras del pasado, combinando de buena manera guiños del pasado con elementos características de las cintas actuales, el entorno en el que vivimos y las posibilidades tecnológicas que este nos brinda. Una película que reafirma que nunca dejaremos de ser cazafantasmas.

P.D. Quédense hasta el final porque tiene dos increíbles escenas post-créditos.

Reseña | Ghostbusters: El Legado
CONCLUSIÓN
4