Reseña | Resident Evil: Village

La salida de un nuevo Resident Evil es un acontecimiento que marca la industria del entretenimiento sin lugar a ninguna duda; la importancia de la franquicia en todo el segmento de la cultura pop es tal, que cada que un nuevo producto relacionado llega, internet explota, y no es para menos. Durante años, Capcom ha logrado cautivar a millones de fanáticos alrededor del mundo con una historia de zombis, corporaciones, armas biológicas y personajes entrañables que en 2021 ha alcanzado su octava entrega numerada en los videojuegos. ¿Podrá Resident Evil: Village recobrar la gloria y reavivar las brasas que Umbrella ha encendido?

Tras Resident Evil 7: biohazard, Capcom había conseguido llevar a la saga a un nuevo nivel más apegado a sus orígenes, con secciones de terror bien ambientadas, mucha sangre y nuevos protagonistas introducidos que, a pesar de no ser del agrado de todo el grueso de fans, lograron posicionarse lo suficiente para conseguir una secuela directa que, al menos a mí, me ha dejado con excelente sabor de boca.

Si bien, los dos remakes realizados por la compañía en años pasados resultaron un poco agridulces, sobre todo en su tercera parte, Resident Evil: Village logra atar la mayoría de cabos sueltos que habían venido quedando a través de cada una de sus entregas pasadas y a pesar de que al inicio todo es confusión, conforme se desarrolla su formidable historia nos iremos encontrando con hilos histriónicos que seguramente te van a sorprender.

Bienvenido al Pueblo

Como bien sabrás (o quizá no), la historia de este juego se posiciona tan solo unos meses después de Resident Evil 7: biohazard, con Ethan, Mia y Rose Winters intentando vivir felices, como una familia, en algún lugar desconocido de Europa. No obstante la felicidad (un tanto retorcida si a mí me lo pregutan) que poseen se terminará con la incursión de un viejo conocido en su hogar: Chris Redfield, quien además de seguir siendo increíblemente guapo, también da origen a una increíble aventura que te mantendrá al filo del asiento – literalmente – durante más de 12 horas. Si bien, algunas zonas te costarán más trabajo que otras, puedo asegurarte que su desarrollo está muy bien construido y prácticamente no vas a querer soltar el control en ningún momento.

Algo que me encantó de Resident Evil: Village es el buen equilibrio que mantiene entre terror, suspenso y acción, manteniendo de forma constante una sensación de vulnerabilidad formidable que se traslada a prácticamente todas las misiones que deberemos ir cumpliendo. Importante es recalcar que esta octava entrega es la que mejor combina lo visto en todos sus antecesores y seguramente con la que menos queja podrán tener los fans. El survival-horror que la hiciera famosa en los noventas está más presente que nunca, y la acción en los momentos adecuados se integra bastante bien, para dar al jugador una experiencia satisfactoria en prácticamente todos sus apartados.

Si bien, las referencias y resemblanzas a títulos pasados son bastante numerosos, y gracias a ello la sensación de familiaridad con Resident Evil: Village te ayudará a sentirte – de cierta manera – más conectado con los hechos vividos en ellas. Cosa que a muchas personas no les había gustado tanto de su antecesor directo, debido prácticamente a que se sentía como un videojuego totalmente nuevo, a pesar de contar con ciertos elementos que “unían” los hilos del pasado con los del presente, dando una cohesión un tanto extraña a la trama, que afortundamente se ha modificado y les puedo asegurar que les va a encantar.

Dimitrescu, Benevento, Moreau y Heisenberg: Los Pilares de Village

A pesar de que la publicidad de Capcom ha girado fuertemente en Alcina Dimitrescu, la vampira de 3 metros que seguramente has visto en redes sociales, en Resident Evil: Village hay otros villanos centrales que complementan nuestra experiencia, cada uno con los suficientes retos y mecánicas distintas, que te llevarán del sigilo, suspenso, sustos inesperados y hasta balaceras contra hordas de enemigos. Cada uno de estos pilares cuenta con las suficientes características para ofrecer una trayectoria diferente al visitar sus territorios y vaya que te costará trabajo hacerles frente.

De igual forma, los otros enemigos, que van desde las brujas, muñecas endemoniadas y hasta lycans, tienen una explicación bastante buena que, a pesar de no ser la más convincente de todas, resulta satisfactoria al recordar que todo inició con una serpiente gigante en una mansión en medio de la nada. Realmente agradezco la variedad de criaturas y retos que se deben superar durante Resident Evil: Village y he de decir que, posiblemente, sea el título de la franquicia con más variedad.

Los jefes finales de cada zona son impresionantes, todos y cada uno con un diseño aberrante y diferentes formas para poderles asestar un buen balazo final. Sin embargo, durante toda la historia también encontraremos mini-jefes, puzzles, y caminos oscuros llenos de laberintos que complicarán tu avance constantemente. Por otro lado y de manera muy acostumbrada a lo que conocemos, en todo el mapa hay secciones escondidas a las que podrás acceder poco a poco, por medio de la recolección de nuevos objetos y en las que te encontrarás con recompensas a la altura de las circunstancias.

El alma del castillo

Para los más antiguos fanáticos de la saga, les será bastante placentero que de nueva cuenta se enfatiza el volver atrás en ciertas partes, para ir recorriendo terrenos conocidos en los que anteriormente no podías seguir progresando debido a la ausencia de algún utensilio fundamental para abrir compuertas, romper candados o hasta elaborar llaves.

Personalmente me pareció fascinante el sistema de progresión llevado de la mano del regreso de un mercader, muy al estilo de Resident Evil 4, quien además de ayudarte en la pesada travesía al venderte armas, objetos, curas y mejoras, también te guiará por la historia en momentos fundamentales. El único punto flaco que noté en este aspecto, lo encontré directamente en la recolección de alimentos por medio de la cacería de animales y especies (muy limitadas) distribuidas en el título, ya que resulta un tanto inútil y fuera de contexto el tener que realizarlo.

Otras actividades que podrás hacer son el descubrimiento de cabras doradas (que por cierto son sagradas para la antagonista central), joyas que se encuentran incrustadas en diferentes lugares, candelabros y cofres con ciertos complementos que, al reunirlos, facilitarán tu avance y que seguramente los más clavados querrán completar al 101%

El panorama de la soledad

Uno de los elementos más destacados de Resident Evil: Village es su trabajado aspecto técnico, que brilla gracias a la optimización del RE Engine, estrenado con Resident Evil 7: biohazard. Las texturas, sombras, distancia de dibujado, físicas, partículas y luces (que ahora añaden también trazado de rayos) aportan una sensación de inmersión como pocas que lo coloca como uno de los juegos visualmente más espectaculares del final de la pasada generación de consolas y también del inicio de la nueva.

Cabe destacar que yo reseñé el juego en mi PS5 y he de decir que el rendimiento es prácticamente impecable. El Ray-Tracing y HDR, compatible con las pantallas modernas, añaden una factor rico en detalle que en ocasiones te dejará con la mandíbula en el suelo. Eso sí, existen algunas texturas de muy baja resolución que se llegan a notar en paredes, alfombras, además de que en ciertos momentos puntuales, se notan algunas caídas de cuadros que para nada afectarán tu experiencia, pero que debo remarcar, ya que no es un juego perfecto.

La banda sonora de Resident Evil: Village es muy acertada y las melodías compuestas para la secuela van de lo lúgubre y estresante, a lo épico y motivante. Realmente cada una de las canciones están muy bien puestas en donde deben, y se complementan con un trabajo de doblaje acertado, sobre todo en su versión en inglés. Para los más quejumbrosos les puedo confirmar que es posible activar los subtítulos en español, así como todos los demás textos, para que puedas deleitarte con el trabajo original en esta cuestión. Puntos extra por el diseño sonoro, sobre todo con audífonos puestos; es impresionante y si no juegas de esta manera, mejor no lo hagas.

El mejor papá del mundo

Resident Evil: Village es un excelente videojuego de principio a fin, lleno de retos, acción, suspenso y terror que se complementan entre sí para ofrecer una experiencia definitiva, que parece por fin entender lo que los fanáticos buscan en una saga como esta. El trabajo de Capcom a través de los años y su satisfactoria manera de escuchar, y entender lo que su gente quiere, nos brinda uno de las mejores entregas que he podido probar. A pesar de tener ciertas “pegas”, la forma en la que esta historia logra unirse con sus antepasados es bastante inesperada y satisfactoria como para no dejarnos emocionados por su futuro y el rumbo que seguirá. Un título increíble que debes jugar, seas quien seas.

Reseña | Resident Evil: Village
Conclusión
Una historia llena de terror, acción y suspenso que gustará a fans y no tan fans de la franquicia de Resident Evil.
Lo bueno
Una gran historia por contar
Villanos a la altura de la franquicia
Mucho reto por delante
Técnicamente impecable
Su diseño sonoro
Lo malo
Elementos de sobra, como la cacería
Ciertos momentos resultan inconsistentes
El modo foto está muy limitado
4.5