Pensar en una crítica sin spoilers de Spider-Man: No Way Home es difícil, más que nada porque lo que hemos visto en los trailers es solamente la punta del iceberg y considero que, en este caso por lo menos, saber cualquier detalle de la película es sinónimo de arruinar una cadena de sorpresas que afectan directamente a la manera en que se desarrolla la trama.
Si bien, está película es una amalgama de varias tramas de nuestro amigable vecino que ya conocíamos en cómic, acá las vemos desarrollarse de una manera única y perfecta. Recorremos desde el momento crítico de Civil War, donde Peter le dice a todos quién es el, hasta No More Day, donde Spidey tiene que tomar una decisión que cambiará en su totalidad su vida diaria.
Es una película que su primicia principal es el sacrificio. Algo que hasta el momento no habíamos podido visualizar en las anteriores películas que protagoniza Tom Holland, dónde todo giraba en torno a gente que odiaba a Tony Stark [Robert Downey Jr.] por cosas de su pasado. Aquí todo se siente diferente ya que por fin entramos al canon de nuestro amigable vecino Spider-Man.
John Watts tenía muy escondido bajo la manga el poder crear una película tan diferente y que no se siente como comedia juvenil, así como las anteriores, y lo logra casi a la perfección de una manera que más de uno llorará.
Este filme, para nuestro gusto, se posiciona como uno de los mejores del MCU hasta la fecha y probablemente el mejor de lo que lleva la Fase 4 de Marvel. Es un poema y tributo al legado de Spiderman, tanto en el cine como en la cultura pop.
En su momento haré una segunda nota donde daré más detalles sobre los villanos, sobre la trama y sobre todo lo que vimos. Por el momento nos quedamos solamente con la opinión de un servidor, fan que se había decepcionado con las películas del hombre araña del MCU y que volvió a creer.
¡No se la pierdan!