Una verdadera fiesta de ska-punk se llevó a cabo en el foro Gato Calavera con el regreso a la Ciudad de México de Voodoo Glow Skulls, banda estadounidense de ska-punk que si bien no tenía mucho estuvo de headliner de un festival en Izcalli allá en el Estado de México, como tal tocando en la capital del país sí ya tenía rato de no venir.
Eran las 6:00 PM y sin importar que fuera domingo la gente se daba cita temprano para disfrutar a las bandas encargadas de calentar motores. El sonido combativo y directo de Rambookiss, el toque femenino con sabor a fusión ska–reggae de los capitalinos Mexican Nutty Stompers y desde Chiapas con todo y muchas bromas sobre el clima el ska–punk acelerado de Zoque Canibal hacían hervir el foro en baile y muchos aplausos. Sin duda una tercia de bandas excelentes que dejaron todo listo para el partidero de cráneos que se avecinaba.
Desde el inicio con “Human Piñata” como tema de apertura, literal los Voodoo Glow Skulls nos aporrearon con un garrote de ska–punk y skacore certero y descalabrante que hizo que la gente de inmediato se arremolinara y terminara de despertar el slam. Y es que la música de los californianos de inmediato agita en el interior el deseo de bailar agresivamente y soltar empujones en la pista, lo cual ocurrió de forma adrenalínica al paso de temas como “Misunderstood“, “Shoot The Moon” e “Insubordonation” entre otros. Si bien no pudimos contar con la presencia de su actual vocalista , los hermanos Casillas en el bajo y guitarra -y miembros fundadores del grupo- conocen de sobra su oficio y nos llevaron a una aventura sonora de dinamita pura en la que la vieja confiable “Charlie Brown” o el himno por excelencia “Voodoo Anthem” por ejemplo pusieron a tope la noche; aunque sin duda alguna merece mención aparte “El Coo Cooi“, un tema muy esperado y explosivo en el que sí los madrazos se pusieron de a peso y hasta un noqueado hubo ¡Así se vive el skacore! Fue así que concluyó una noche en la que los Voodoo Glow Skulls literal nos convirtieron en sus zombies de slam y baile, y que si bien es cierto se extrañó la parafernalia de otras presentaciones, en cuanto a intensidad fue un trabajo de diez.
TODAS LAS FOTOS POR RAUL MARTINEZ