Samsung Galaxy Tab S3, Tu compañero ideal

Samsung Galaxy Tab S3: Tu compañera Ideal
En conclusión:
La Samsung Galaxy Tab S3 es sin duda uno de los mejores dispositivos electrónicos que hemos podido probar en lo que va del 2017. Su impresionante pantalla, aderezado de los mejores componentes internos de hardware, así como la mejor integración de Android 7.0 con Touchwiz, consiguen resultados impresionantes en cuestión de rendimiento y satisfacción al usuario. Un gadget al que sólo podemos recriminarle su precio y que no sea compatible con LTE.
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Samsung ocupa en la actualidad un lugar muy importante dentro de la industria móvil. Muestra de ello han sido las casi 15 millones de unidades de Galaxy S8 que la surcoreana ha conseguido vender desde su lanzamiento hace poco más de un mes. No obstante, la compañía no se limita a un sólo segmento y también nos ofreció recientemente una tablet de gama alta, con capacidades impresionantes y un diseño elegante como pocos. Tras un mes de uso, ¿qué nos ha parecido la Galaxy Tab S3? Entérate en nuestro análisis.

Presentada durante el MWC 2017, de Barcelona, la Samsung Galaxy Tab S3 es una tablet que viene a competir directamente contra la iPad Pro que Apple comercializó a finales del año pasado y que buscaba satisfacer las necesidades de un público exigente, que ve en este tipo de terminales un montón de posibilidades por exprimir. El amplio margen de uso y la poca valoración que el potencial desperdiciado en generaciones anteriores llevaron a estos dos colosos de la tecnología a traernos este par de productos que, aunque no están dirigidos para el público general, o promedio, sí que al probarse podrían ser consideradas como objetos “indispensables” dentro de nuestro día a día.

Como primer punto a tomar en cuenta, la Samsung Galaxy Tab S3 porta un diseño de aluminio bastante elegante, que viene a repetir la fórmula de la empresa que se ha venido usando desde el Samsung Galaxy S6 y que parece no querer retirarse del mercado. Sus marcos de aluminio acompañados de la tecnología de Corning, Gorilla Glass 3 en las tapas frontales y trasera, aderezan la vista del dispositivo y la convierten en el perfecto ejemplo: “de la vista nace el amor”. Algunos trazados característicos de los coreanos, como los botones capacitivos utilizados para retroceder o visualizar en cómodas ventanas las últimas aplicaciones que usamos, siguen ahí para en conjunto con el botón de home físico, dejar marcada nuevamente la añeja tradición por la que se les reconoce cuando la gente ve lo que traes entre las manos.

En los costados vemos unos pines, donde además se cuenta con la posibilidad de adaptar accesorios, como el teclado de POGO (incluido en la pre-venta del producto), además de visualizar los 4 altavoces creados en conjunto con AKG – de los cuales hablaremos más adelante -, botones físicos de volumen arriba y abajo, además del característico bloqueo, y por último, las entradas para audífonos de 3.5 mm con el USB Type-C a su lado para acompañarle. Dado esto, nos es casi imposible creer lo bien distribuido que se encuentra cada uno de sus componentes y así contemplar la delgadez conseguida. Como punto negativo, la ranura que ocuparía tu SIM y MicroSD, únicamente incluye la posibilidad de ampliar el espacio interno para almacenamiento de contenido, ya que en nuestro país no ha sido traído el modelo compatible con LTE; característica que echamos de menos, sobre todo si queremos conectarnos a una red inalámbrica estando en la calle.

La tablet de Samsung, en particular, nos ofrece un listado de características que la colocan como “tope de gama”, destacando sus medidas estilizadas que reflejan las siguientes proporciones: 37.3 x 169 x 6 milímetros y 429 gramos. Su pantalla porta un impresionante panel SuperAMOLED de 9.7 pulgadas con resolución WQHD (2,048 x 1,536 pixeles, 264 ppi). En sus entrañas, este dispositivo se ve potenciado por un procesador Qualcomm Snapdragon 820, (Quad-core, 2 x 2.15 Ghz, 2 x 1.6 Ghz); GPU Adreno 530 y RAM de unos suficientes 4 GB. Para los que gustan de saturar su almacenamiento, ésta viene con  32 GB, expandible vía microSD hasta 256 GB.

El rendimiento de todos estos datos plasmados en el papel, deja sin palabras a cualquiera. No está de más mencionar lo fluido que es pasarnos de un aplicación a otra, sin ningún tipo de problema, retraso o bajones visibles. Cada una de las tareas, exigentes o promedio, son desplegadas por completo en la pantalla táctil e inclusive nos facilita la vida al contar con un modo multi – proceso en el que veremos distintas actividades conviviendo entre sí gracias a la renovada capa TouchWiz, que Samsung ha sabido pulir a través de los años y que con cada nuevo lanzamiento, demuestra su madurez y eficacia. Aún al forzar a la Galaxy Tab S3 a procedimientos complicados, como la edición de una fotografía en Photoshop Mobile o procesar un video con el programa “Movie Maker” incluido, esta tablet cumple con creces al terminar sus labores antes de que tú termines de prepararte un sándwich. Claro está, que como todo, en ocasiones la interfaz llega atorarse por cortos periodos casi imperceptibles, pero estos momentos son bastante reducidos.

La pantalla SuperAMOLED, es nuevamente de los mejores añadidos brindados por Samsung y con sus 9.7 pulgadas, sorprende a quien se le ponga enfrente. La tecnología, que cuenta con procesamiento de luz avanzada, así como el apagado de píxeles para conseguir colores negros más profundos, incluye características HDR que mejoran cada imagen o captura, aún cuando esta tenga poca luz o se encuentre con escenas obscuras desde su origen. Claro está que lo escaso del contenido compatible con HDR es más que obvio, pero ciertos proveedores como Netflix y Amazon Prime Video ya ofrecen videos que lucirán increíbles. Aún con entornos soleados o llenos de luz, la Samsung Galaxy Tab S3 consigue desplegar un brillo pocas veces visto, que no se verá opacado ante nada. Es importante mencionar que hemos usado la tablet en todo tipo de entornos y en cada uno de ellos, la misma nos ha brindado sensaciones impresionantes en este apartado.

La batería de la Samsung Galaxy Tab S3, que cuenta con 6,000 MAh nos dejó boquiabiertos, y es que en la mayoría de ocasiones, esta logró sobrevivir todo un día (tomando en cuenta 24 de horas) de tareas y procesamiento de alto nivel. Nunca había tenido la oportunidad de cargar con un dispositivo que en mi día común me brindara la seguridad de que podía hacer todo lo que siempre había deseado, sin tener que preocuparme por llevar mi cargador en la mochila o inclusive la ya característica powerbank. Hubieron ocasiones en las que, por costumbre llevé ambos en mi mochila y de manera bastante satisfactoria, pude librarme de la sensación de miedo que provoca el saber que la tablet podía estarse drenando, como cajeras del Oxxo en hora de comida godínez. Por otro lado, la inclusión de carga rápida facilita las cosas, llenando la batería de nuestra Galaxy Tab S3 en aproximadamente una hora y ofreciendo hasta un 60% de la misma pasados 30 minutos de estar conectada a la luz.

El S-Pen, incluido y característico desde la familia Galaxy Note, cumple con creces las funciones para las que se encuentra diseñado. La colaboración que Samsung realizó con Wacom para la mejor afinación de las sensaciones conseguidas, además de la precisión conseguida son bastante satisfactorios y aunque los más clavados sabrán explotarles completamente, un usuario promedio podría no encontrarle los usos suficientes a la pluma. Su diseño en plástico es elegante, y a pesar de no tener manera de llevarla pegada a la Samsung Galaxy Tab S3, es posible anexarla a la solapa de nuestras camisas para así poder ir por la calle realizando anotaciones importantes o dibujos conceptuales del logo de tu más reciente proyecto. La característica que más nos gustó fue el poder escribir sobre la pantalla apagada, ya que reduce muchísimo los tiempos de espera y facilita esos incómodos momentos en que el servicio técnico de Telcel te pide anotar un folio complicado.

El sonido que otorgan los 4 altavoces de AKG es muy bueno y aún en ambientes con demasiado ruido nos será posible ver videos o disfrutar de nuestra música favorita. Los mismos son ideales también para animar reuniones donde no existe otro aparato reproductor de audio y seguramente logrará que todos canten en unisono al cartel de santa y hasta OV7. Aunque quisiéramos que todo fuera perfecto, también existen vibraciones que no consiguen ser externadas muy bien y pudieran detectarse deformes o con “ruidos” leves. Lo anterior se soluciona al llenar nuestra memoria de melodías en formato FLAC o deleitarnos con multimedia estéreo creado específicamente para estos niveles de audio. En general, las sensaciones son cumplidoras.

Por último, pero no menos importante, la cámara de la Samsung Galaxy Tab S3 en su frontal y trasera son satisfactorias, aunque no se acercan ni de lejos a lo logrado por ejemplo con el Samsung Galaxy S7. Y aunque es obvio, los sensores (de 13 megapixeles con apertura f/1.9 + 5 megapixeles con apertura f/2.2) no son los ideales para, por ejemplo, tomar fotos nocturnas aunque sí que plasman resultados bien logrados; eso sí, la principal fortaleza del apartado son las tomas con luz natural donde sí que podremos explotar cada megapíxel incluido. No recomendamos utilizar la tablet como principal fuente de fotografía, ya que es posiblemente su característica con mayores flaquezas. Delante dejamos una pequeña galería que hemos podido hacer a lo largo de estos días.

En conclusión, la Samsung Galaxy Tab S3 es sin duda uno de los mejores dispositivos electrónicos que hemos podido probar en lo que va del 2017. Su impresionante pantalla, aderezado de los mejores componentes internos de hardware, así como la mejor integración de Android 7.0 con Touchwiz, consiguen resultados impresionantes en cuestión de rendimiento y satisfacción al usuario. Añadidos como el S-Pen, convierten a esta tablet en una herramienta de trabajo indispensable para cierto público que gusta de editar, diseñar o dibujar utilizando esta pluma mejorada por la tecnología de Wacom. Un gadget al que sólo podemos recriminarle su precio y que no sea compatible con LTE. Por cierto, echamos de menos la certificación IP para sentirnos más tranquilos con su manejo diario.