La quinta y última entrega del agente 007 de Daniel Craig encabeza la cartelera de Estados Unidos con poco más de 55 millones de dólares recaudados en taquilla. Su estreno, casi dos años después de la fecha original, atrajo a muchos fanáticos interesados en conocer el final de este Bond, siendo uno de los títulos más esperados tras los múltiples retrasos por pandemia, pero ¿cumplió las expectativas?
En términos de los elementos básicos de la franquicia, la película ofrece secuencias de acción de primera con persecuciones en auto, peleas a puño limpio, con armas y por supuesto todos los gadgets dignos de un 007, como el clásico reloj multifuncional.
Dirigida por Cary Joji Fukunaga, Sin Tiempo Para Morir se siente como un verdadero homenaje a la saga con escenas de acción impactantes, como la persecución inicial en Italia, donde el director americano -el primero al frente de una película de James Bond- demuestra su habilidad para lograr secuencias cardiacas.
Sin embargo, la trama se queda corta y ni con todos sus mejores enemigos en pantalla: Blofeld, Spectre y el peligroso Safin (Rami Malek), logra igualar a Casino Royal o Skyfall, dos de las mejores películas del agente.
¿De qué va No Time To Die?
Aunque el prólogo es inusualmente largo, resulta relevante porque nos presenta al villano y su conexión con Madeline -y por ende Bond-, y cómo éste debe lidiar con la traición y decepción, aceptando que en este mundo de espías, no puedes confiar ni en tu sombra.
Luego de los créditos con el tema “No Time To Die” interpretado por Billie Eilish, vemos a Bond disfrutando de su retiro en Jamaica cuando recibe la visita de un viejo amigo de la CIA, quien lo pone al tanto de que Spectre ha robado un arma biológica muy poderosa, al tiempo que le pide su ayuda para recuperarla.
El primer acto tiene una buena dosis de empoderamiento femenino a cargo de Ana de Armas, quien fuera coprotagonista de Daniel Craig en la película “Entre Navajas y Secretos”, razón por la cual Craig la recomendó para este papel, y Lashana Lynch, una nueva agente que ha heredado la licencia 007 tras el retiro de James Bond. Ambas sensacionales en sus respectivos roles.
Hasta aquí no hay nada nuevo, nuestro 007 se muestra como siempre ha sido: seductor, elegante y mordaz. Pero es justo a partir de ese momento que la película da un giro y Fukunaga va oscureciendo la historia para dar paso a un Bond crepuscular; si bien duele la partida de Daniel Craig, el tiempo pasa para todos, incluso para Bond, y se vuelve claro por qué es momento de cerrar este ciclo.
El último acto es malo y en gran medida se debe al villano. Ojo aquí, no es por el actor Rami Malek, quien desde mi punto de vista tiene muy bien estudiado a su personaje, que retoma el estereotipo de genio maligno de los 60 (Dr. No) del que imita maneras y estilo; es más la construcción del mismo que carece de un propósito claro y poderoso, resultando bastante débil en comparación a sus antecesores.
Gracias a Dios el cierre me ha gustado bastante, creo que compensa muy bien la falta de un buen antagonista y funciona perfecto para dar un cierre épico a Craig como 007.
El Bond más humano, ¿es Bond?
Entremos a la discusión. La crítica, los fans y toda la opinión en redes se dividió en dos bandos: los puristas que criticaron fuertemente esta versión “sensible” y con una cierta fragilidad emocional de James Bond, tan lejana a las novelas y el imaginario colectivo; y aquellos que ven con buenos ojos la evolución del personaje, que como ya mencioné arriba, se siente necesaria y hasta justificada por el simple hecho de que es la última vez que lo veremos en pantalla (al Bond de Daniel Craig, por supuesto).
No podemos negar que este Bond ha dejado una huella profunda en la saga, con un 007 que si bien no ha dejado de ser seductor, si ha dejado atrás al conquistador para dar paso a un personaje maduro que busca estabilidad, que anhela dejar atrás los días de salvar al mundo y construirse un nuevo camino. En lo personal, veo poco creíble que un personaje así pase de vivir al límite y alimentarse de pura adrenalina, a ser un hombre de familia feliz viviendo en los suburbios. Pero quién es uno para juzgar.
Daniel Craig es el mejor James Bond
Casino Royale fue el punto de inicio de este nuevo arco en las películas del 007, y nadie puede negar que Craig dotó al personaje de una fuerza, de una humanidad y de una verosimilitud que antes no tenía. Su trabajo mostrando facetas de Bond que antes no se habían visto es formidable, pero el tiempo no perdona y después de 15 años de vivir en la piel del agente más famoso, llegó la hora de decirle adiós.
En lo que a mi respecta, todo lo que Daniel Craig hizo con este personaje, su notable interpretación y la inigualable sensación que todos, me atrevo a decir todos, sentimos al verlo como el agente 007, lo convierten en el mejor hasta ahora.
Sin Tiempo Para Morir no es la mejor película que tenemos de Craig, pero es un digno cierre -y retiro- para este James Bond.
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