A muy poco tiempo de su anterior visita, la banda italiana Talco regresó a la Ciudad de México ahora al foro El Cantoral, un lugar elegante y bonito pero que al estar completamente lleno de butacas pareció una mala elección; pues los fans de la banda querían brincar y empujarse con los ritmos combativos de la banda. Esto incluso desembocó en un par de “dimes y diretes” con el personal de seguridad, que por fortuna no pasaron a mayores.
La noche empezó con la actuación de la banda mexicana Señor Piraña, que con su sencillez y entusiasmo se fue muy aplaudida, con una combinación de ritmos que iban desde el ska-punk hasta tientes de reggae e incluso ballenato. Ya para la hora de los estelares la gente pedía a gritos su arribo, hasta que las luces se apagaron y el intro de “Danza dell’autunno rosa” se hizo presente para que Talco asaltara ahora si el escenario. La potencia de la banda es innegable y con temas como “L’odore della morte” y“La mano de Dios” en honor a Diego Armando Maradona la gente brincaba y agitaba sus manos como lo hacen las barras futbolísticas. El clásico de la cultura italiana “Bella Ciao” en su versión ska-punk te llenaba las venas de ganas de brincar y hacer slam, hasta que recordabas la frustración de sentirte limitado por tu butaca.
“Nos disculpamos por el agotamiento, pero estar a 2300 metros sobre el nivel del mar es terrible, no se como pueden jugar al futbol así. Nos cuesta mucho respirar pero vamos a llevar hasta lo último la resistencia para cantar” comenta Dema al micrófono antes de interpretar temas como “St. Pauli”, mientras que en los palcos se mostraba una bandera enorme del club de futbol alemán del mismo nombre. “El sombra” y “Domingo Road” entre otros temas fueron tocadas a continuación, con un discurso intermedio sobre lo mucho que a los miembros de Talco les gusta el futbol (aunque el de hoy en día no tanto); para después tocar ahora si completa y no solo su intro “Danza dell’autunno rosa” cerrando parcialmente su presentación.
Tras una breve pausa Talco regresó a la pista prometiendo tocar un tema más , que en realidad estaría compuesto por siete u ocho: es decir, uno tras otro y hasta que la garganta les diera fuerza. Fue así como una locomotora de ska italiano se desató cuando sin pausa fuimos bombardeados por éxitos como “Punta Raisi”, “Tortuga” y “La mia città”. “Estamos enfermos, cansados y sin poder respirar; pero estar aquí con ustedes ha valido enormemente la pena. Nos vamos con esta canción muchas gracias” anuncia la banda antes de tocar “La Torre” que es celebrada por toda la gente. Con un pequeño discurso sobre que a ellos también les gusta el metal y tocando un snippet de The Trooper” original de Iron Maiden, la banda se despide ahora si entre aplausos. No cabe duda son una maquina descomunal en vivo.