Thor: Love and Thunder – Crítica

4.5

Thor: Love and Thunder, la cuarta parte de la saga del dios nórdico más famoso del Universo Marvel ha llegado y debemos hablar de ella. No, en serio.

Con Iron Man muerto y el Capitán América retirado, Thor es el superhéroe más antiguo del Universo Cinematográfico de Marvel. Es un vikingo espacial inmortal, por lo que técnicamente sus aventuras podrían seguir por muchos años, pero después de tres películas en solitario y cuatro películas de los Vengadores, ¿qué más hay que decir sobre el hijo de Odín?

Hasta ahora ha aprendido a ser un héroe, se ha enamorado, se ha convertido en un jugador de equipo, se dio cuenta de la importancia de la responsabilidad y aprendió otra lección sobre el heroísmo, ganó un nuevo ojo, una nueva hacha elegante, uno kilos y algunos nuevos amigos. Al final de Avengers: Endgame , se aventuró al espacio exterior con los Guardianes de la Galaxia y es a partir de este punto que acompañado de una estética colorida, un tono hilarante y glam rock llega Thor: Love and Thunder.

Thor: Love and Thunder encuentra al Dios del Trueno (Chris Hemsworth) en un viaje para encontrarse a sí mismo fuera de solo salvar el mundo. Pero el retiro de Thor se ve interrumpido por un asesino galáctico conocido como Gorr the God Butcher (Christian Bale), que empuña la necroespada y que busca la extinción de los dioses tras su propia tragedia personal. Para combatir la amenaza, Thor tiene como objetivo salvar a un grupo de niños secuestrados por el Dios Carnicero con King Valkyrie (Tessa Thompson), Korg (Taika Waititi) y su ex novia Jane Foster (Natalie Portman), quien ahora es portadora del Mjolnir. Convirtiéndose en the mighty thor. Juntos, se embarcan en una aventura cósmica para descubrir el misterio de la venganza del Dios Carnicero y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

La película establece paralelismos entre Gorr — que busca venganza al no recibir respuesta de los dioses — y la forma en Jane recibe sus poderes. Uno actúa en pleno horror de la ausencia de respuestas, mientras que Jane actúa en el sentido de un prodigio inexplicable. Curada por el poder de Mjölnir, es el símbolo vivo de la integridad que se atribuye los dioses. Sentido contrario a la forma en Gorr les contempla y el motivo por el que les asesina. Jane, que solo estará curada y sobrevivirá mientras sostiene el Mjölnir, se enfrenta a su cualidad de héroe con soltura e inteligencia.

Tras unas cuantas películas Marvel con villanos más bien mediocres (Bruja Escarlata aparte), Christian Bale viene a demostrar que es capaz de mejorar cualquier película solo con su actuación. Gorr es tan amenazante como en las viñetas y el actor es capaz de darle una nueva capa de tristeza y desolación aumentada por un maquillaje perfecto y fascinante, repleto de tatuajes y cicatrices. Su primera escena ya te dice todo lo que debes saber, una historia repleta de melancolía sin gota de comedia en la que no es difícil empatizar con él y su venganza.

Por otro lado, la saga del Carnicero de Dioses es truculenta, violenta, trágica y triste, y ‘Thor: Love and Thunder’ solo lo es en ocasiones. Desde luego, no lo suficiente como para dar al personaje la oportunidad de ser una amenaza real. El tono no es el adecuado ni le dan los suficientes minutos en pantalla como para que creamos que es el enemigo más digno de Thor. Aunque el final le hace cierta justicia, quizá hubiera sido mejor idea en manos de otro director. Una pequeña oportunidad perdida.

Uno de los aspectos más interesantes y esperados de la película, es la presentación de los Olímpicos, encabezados por el Zeus de Russell Crowe. El dios supremo de la mitología griega, llega al mundo de Marvel desde su aspecto más retorcido y pendenciero. Crowe logra un retrato creíble y antipático del dios, lo que permite no sólo comprender a Gorr, en cierta medida. También explorar — en este Olimpo dorado, corrupto y lleno de malas intenciones — en las motivaciones de otras divinidades. El resultado, es un paisaje amplio sobre no solo los Olímpicos, sino otros tantos panteones en Marvel. Y también, deja clara la puerta a que no todos son extraordinarios, bondadosos o dados al sentido de la justicia.

El guion de Waititi establece una relación extraña y siniestra con la forma en que el poder se manifiesta en los Olímpicos. Y es el comportamiento de este grupo de criaturas de enorme poder, lo que permite profundizar y otorgar contexto al villano. De hecho, en la mirada a buena parte de las grandes criaturas de Marvel, Watiti encuentra el terreno para profundizar en el mal. Y llegar a su tenso y oscuro tercer tramo.

Waititi se toma un considerable tiempo para llegar a la oscuridad, anunciada en todos los puntos centrales de la película y de manera directa. Con el enfrentamiento final de Gorr contra Thor y Mighty Thor, el sacrificio de esta última, Thor: Love and Thunder da un viraje inesperado y duro. Y es quizás, esa decisión, alentada por la resolución final del villano, lo que brinda personalidad a la película. Inesperada a la manera de las muertes en Infinity War, la gran apoteosis del bien en el film es un cierre memorable. No solo para Mighty Thor, sino para el planteamiento central de la película.

Tanto las escenas finales de Thor: Love and Thunder, como su primera escena poscréditos, dejan claro que la historia continuará. Y lo hará con un sentido apoteósico y total. Por un lado, Thor tiene una nueva responsabilidad que completa su ciclo épico y lo lleva a nuevos lugares. Al otro extremo, la presentación de un nuevo y esperado personaje en la primera de las secuencias extras, sostiene la premisa que Thor aún tiene enemigos que vencer.

Taika Waitit dio una nueva vida a la serie Thor con Ragnarok . Vibrante e hilarante, el viaje alimentado por ondas sintéticas hasta el final de Asgard, cambio la visión shakesperiana que se tenía planteada para Thor y aunque para el agrado de muchos este cambio de tono no fue el correcto , funciono para la taquilla y el gusto de la mayoría y ahora en Thor: Love and Thunder, Waititi está en su juego cómico, una vez más solidificando lo que funciona con el Dios del Trueno: humor y acción rugiente. Ya el director lo había dicho: es su film más “loco” en varios sentidos distintos. Y lo es. Waititi explota a todo nivel el sentido del absurdo y el caos en una película en que el rol del héroe es impredecible.

Ninguna secuencia de acción se siente igual y eso es algo bueno. Pero es una pelea al comienzo del tercer acto que toma los elementos hipercoloreados de la película y los estrella en un mundo en blanco y negro que marca una de las entradas más fuertes en suspenso y acción para la película y de lo que hemos conseguido en esta fase.

‘Thor: Love and Thunder’ coge todo lo que funcionó en la entrega anterior y lo eleva a la máxima potencia. Hay imágenes dignas del cómic más épico del mundo, banda sonora repleta de rock de los 80, luchas que distan mucho de atenerse a la fórmula Marvel, un chiste (mejor o peor) por minuto y muchísima personalidad y carisma y añade algo fundamental para que la película funcione mejor incluso que ‘Thor: Ragnarok’: una vertiente sentimental.

Thor: Love and Thunder – Crítica
CONCLUSIÓN
'Thor: Love and Thunder' coge todo lo que funcionó en la entrega anterior y lo eleva a la máxima potencia. Hay imágenes dignas del cómic más épico del mundo, banda sonora repleta de rock de los 80, luchas que distan mucho de atenerse a la fórmula Marvel, un chiste (mejor o peor) por minuto y muchísima personalidad y carisma y añade algo fundamental para que la película funcione mejor incluso que 'Thor: Ragnarok': una vertiente sentimental.
4.5