Seguramente últimamente has leído o escuchado del refresh rate, un término que ha ido tomando fuerza y popularidad a medida que su importancia va tomando camino dentro del mundo de los dispositivos electrónicos, sobre todo esos relacionados al mundo gamer.
¿Qué es la frecuencia de actualización?
Aunque no lo parezca, la pantalla de nuestro celular se está prendiendo y apagando de manera constante. Muestra una imagen y se apaga, así todo el tiempo, en milisegundos. El ojo humano se encarga de que no podamos apreciar ese proceso, una especie de “apagón”, un fenómeno conocido como “persistencia retiniana”. Exacto, esto hizo posible el cine, que no era más que una sucesión veloz de fotografías.
Históricamente, los celulares tenían pantallas de 60Hz, una frecuencia de actualización que fue aumentando para satisfacer las necesidades de los gamers. Pero en la actualidad, esta mejora está presente en cada vez más dispositivos, sin que eso signifique pagar de más. Otro ejemplo de cómo los smartphones democratizan el acceso a la tecnología.
Los Hercios de una pantalla son entonces la cantidad de veces que se prende y apaga por segundo. Las de 60Hz lo hacen 60 veces, las de 90Hz, 90 veces y así sucesivamente. Si hay un movimiento, cuando vuelven a prenderse, actualizan lo que vemos. Ello ocurre gracias a la comunicación constante con la GPU, el chip que se encarga de “decirle” a la pantalla qué tiene que proyectar. Si, todo eso pasa en milisegundos.
¿Cuáles son los beneficios de la frecuencia de actualización?
Entre los diversos beneficios, permite animaciones más fluidas y un desplazamiento armónico, sin perder detalles. Eso incluye a la mayoría de las acciones que realizamos durante el día, como scrollear en busca de un contacto, una foto, leer noticias, saltar de una aplicación a otra o navegar por una red social.
Y si de jugar se trata, el beneficio es todavía más claro: no se pierde detalle alguno de lo que ocurre en la pantalla, un punto clave para los juegos en donde se necesita reaccionar lo más rápido posible ante cada acción. Entonces, a más Hz, mejor experiencia de pantalla.
En la industria en general, las pantallas de 90Hz sólo estaban presentes en la alta gama, pero ahora también se puede encontrar en smartphones más accesibles, como el moto g50 5G. Al configurar la pantalla del teléfono, las personas pueden elegir la frecuencia de actualización que deseen, 60Hz o 90Hz, o elegir el modo automático, que tiene un consumo más inteligente de la batería.
¿Dónde influye?
Además de una mejor fluidez y desplazamiento, las pantallas de más Hz no impactan sobre todas las actividades que realizamos con el celular.
“Hay mejoras al desplazarse por la interfaz, ya sea abriendo una app, la barra de notificaciones o recorriendo una red social. Lo mismo cuando jugamos algún juego preparado para emitir más de 60 imágenes por segundo, donde se incluyen los más populares”, explicó Armando Rangel, Gerente de Producto de Motorola México
Por el contrario, no habrá diferencias al usar apps de desplazamiento por naturaleza lenta como la de mensajería. La diferencia mientras grabamos un video o cuando lo reproduzcamos, ocurrirá solamente cuando la tasa de grabación sea mayor a 60fps.
Está claro que tener una buena tasa de refresco ya no es sólo un valor agregado. En la actualidad contar con un panel de 90 Hz o más es una característica que marca la diferencia. Y no sólo en la gama alta, también en la gama media como se puede comprobar con cada vez más modelos disponibles como los nuevos motorola edge 20 y motorola edge 20 pro que integra 144Hz, una de las más alta tasas de refresco en la industria.