Colas, largas colas en México para poder entrar a la exposición de Yayoi Kusama en el Museo Tamayo… Necesitabas ir temprano para apartar tu lugar y a veces ni siquiera de esta manera…
Pero… ¿por qué tanto desmadre para ver a una ruca llena de lunares?
Depresiones y alucinaciones
Yayoi Kusama es una artista plástica y escritora que nació en Matsumoto, Japón.
Desde su infancia padeció de algo que se conoce como despersonalización, que es un trastorno obsesivo-compulsivo. Por este padecimiento muchas veces se quiso suicidar, pero encontró en el arte una válvula de escape… Una válvula que le ayudó a transformar lo oscuro y negro de la vida en luz y vida… Y no sólo eso: En un arte que ayudó a crear el movimiento pop de los años sesentas, mucho antes que Andy Warhol.
Una muerta de hambre dirigiendo Louis Vuitton
Su vida no ha sido fácil como todos creen, ya que a pesar de haber creado una colección completa para la marca Louis Vuitton, hubo una época en que fue pobre, al grado de que no tenía ni para comer… Su etapa de crisis fue por sus frecuentes alucinaciones, por sus depresiones, porque ella creía que no valía la pena estar en este mundo.
¿Nixon cogiendo con Yayoi?
Y cuando llegaba una luz de conciencia a su mente, se dedicaba a organizar cosas locas como happenings, orgías y performances que la hacían un ser polémico. Ella ha sido de las pocas artistas mujeres en enfrentar a un presidente. Tuvo el valor de escribirle a Richard Nixon diciéndole que si retiraba sus tropas de Vietnam, él podría coger toda una noche con ella. Por supuesto que el presidente norteamericano sólo sonrío y la ignoró.
Una loca muy cuerda
Desde los años setentas Yayoi vive en un hospital psiquiátrico de Tokio, pero no es tratada como todos los demás enfermos: Ella en el día se la pasa en su estudio pintando, escribiendo, creando… Y cuando llega la noche, ella por su propio pie va y duerme en el hospital. Sabe que esta mal, sabe que necesita ayuda, pero sabe que tampoco puede dejar la pintura, porque es la mejor manera de combatir la depresión que la ha seguido toda la vida. Es el mejor camino para superar sus miedos y sus angustias.
Puntos, puntos, puntos…
Ella misma ha dicho que los puntos son una forma de vida. Son el sol, son la luna, son las estrellas. Cada ser humano es también un punto. Concluye que los puntos no pueden existir por sí mismos, sólo pueden existir cuando se reúnen unos con otros. Sin los puntos no existe nada… Con los puntos existe todo.
Yayoi habla de ella misma
“Nadie en el mundo tiene la intensidad artística que tengo yo. Pongo todo mi corazón y toda mi alma en la pintura, el resto del tiempo preferiría morirme”.
(Dicho en una entrevista por Phillip Larratt-Smith para el periódico La Nación).