Hablar sobre Avengers: Endgame es, sin lugar a dudas, complejo. La película más esperada (o al menos parte del top 5) de la última década ha mantenido un secretismo tan especial y bien cuidado que ha logrado mantenernos bajo un yugo de expectativas como nunca antes se había visto. En estos momentos es imposible pasearse por YouTube – el Internet en general – sin toparte con infinitas teorías, filtraciones y hasta molestos spoilers de gente aparentemente descerebrada. No obstante, todo esto ha contribuido a que la cuarta entrega que reúne a los héroes más poderosos de la tierra, sea ya desde este momento un auténtico éxito en taquillas. ¿Podrán nuestros amados vengadores sobrevivir al tren del hype? Entérate en nuestra reseña.
Sin afán de arruinarles ninguna de las sorpresas que contiene Avengers: Endgame, vamos a tratar de platicarles un poquito sobre la trama. El largometraje se sitúa a unos días del final de Avengers: Infinity War, con un universo visiblemente afectado por el chasquido de Thanos y nuestros adorados protagonistas súper poderosos intentando restablecer el orden, y traer de vuelta a la humanidad que se perdió durante este lamentable suceso. Los momentos posteriores a eso, son todo un vórtice de emociones, risas, conmovedoras escenas y un par de batallas que nos guiarán a través de la experiencia audiovisual más increíble que haya tenido la oportunidad de presenciar; un acontecimiento histórico que marca el final al que se nos ha venido encaminando durante 22 películas, y que hemos de decir, nos dejó atónitos a la gran parte de la sala.
Los hermanos, Joe y Anthony Russo han sabido manejar de manera espectacular los recursos con los que Marvel Studios los ayudó y sin escatimar en prácticamente ningún apartado, han traído a la pantalla grande una cinta que recordaremos por años y años. El amplio conocimiento y maestría que tienen este par, se hace presente más que nunca, y el desarrollo de personajes, así como las interacciones que tienen nos hacen sentir como en una familia que ha tenido que pasar por distintos altibajos, para por fin encontrarse con un desenlace soñado para todo fanático. Si un apartado debemos resaltar, es el guión y dirección de Avengers: Endgame, ya que sin estos dos, estamos seguros que el resultado quizá no hubiera sido el esperado.
Debemos decir que aunque hubiesen caído en las tretas de algún granuja, y hayan visto spoilers sin querer, estos no arruinan para nada el resto de la cinta. Y es que a final de cuentas estamos ante un enorme monstruo con 3 horas de duración, que por cierto, ni siquiera requieren de intermedios – como se había sugerido en ocasiones pasadas -. El ritmo que tiene está bien manejado; sus transiciones entre humor, acción y fan-service son de lo mejor, sin embargo también considero que pudieron recortar ciertos momentos que a la postre se vuelven monótonos y en ocasiones hasta te hacen preguntarte qué demonios estás viendo. Ver al equipo original de Avengers es simplemente épico, y acompañados de sus nuevos amigos, nos harán recordarnos la razón por la que decidimos acudir al cine y sentarnos en una butaca por tanto tiempo.
Otra cosa que me dejó con la mandíbula en el suelo son los efectos especiales, y en general, el trabajo de post-producción de Avengers: Endgame. Si en ocasiones anteriores la casa de las ideas nos había quedado a deber en el apartado, para esta ocasión han sabido redimirse, ¡y de qué manera! No me cabe duda de que esta secuela es de los proyectos visuales más encantadores e impresionantes; me parecería un tanto extraño si no lo vemos ganar mínimo un Oscar en la próxima entrega de los premios de la academia, ya que no hay momento en el que no te hagan sentir dentro de un extenso multiverso lleno de rincones por descubrir, explosiones sorprendentes, y un extremadamente cuidado diseño de todas las locaciones, vestuarios y maquillaje. En todo su conjunto, la coreografía orquestada por todo el equipo detrás de cámaras es para ponerse de pie.
Ahora bien, las actuaciones de todos los actores que forman parte del brillante casting que ya conocemos, nos brindan una estupenda penúltima parte para la saga del infinito (La última será Spider-Man: Lejos de Casa). A pesar de que en esta ocasión se ha optado por dejar fuera la inclusión de nuevos recursos, los viejos conocidos ofrecen una cátedra impresionante de cómo debe interpretarse un súper héroe en la pantalla grande. Empezando por los grandes nombres de la talla de Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Mark Ruffalo, Jeremy Renner y Paul Rudd, y dando pie a caras frescas, como Brie Larson, Benedict Cumberbatch, Tom Holland, Elizabeth Olsen, Chris Pratt, y hasta Dave Bautista, además de un sinfín de nombres más de los cuales nos cansaríamos escribiendo, y no es el objetivo. Todos ellos, y algunos retornos sorpresa, saben y conocen al personaje que interpretan; se nota.
Hablando de su villano en específico, Josh Brolin vuelve para dar vida al titán loco, y en esta ocasión con aún mayor pericia y maldad de la que lo habíamos visto anteriormente. A pesar de que su destino pareciera haberse concretado, la película da un giro de tuerca como pocos para hacernos desconfiar de todo lo que sabemos y mantenernos, de la mano de este gran actor, en una odisea sin control de la que estamos orgullosos de pertenecer. Brolin, quien ha venido dando voz y vida a Thanos, retorna para otorgar al espectador a uno de los antagonistas más amenazadores y peligrosos, dejando de lado el estigma de que Marvel no sabe manejar este tipo de situaciones. El peligro es inminente, y el final también es parte del camino.
Evita spoilers a toda costa.