Despues del shock emocional causado por Avengers: Infinity War, Marvel Studios ha decidido continuar la tercera fase del llamado Marvel Cinematic Universe (MCU) con la secuela de una cinta lanzada originalmente durante el año 2015 y que a pesar de los cambios tan radicales en el guion, dirección y producción, logró enamorarnos por su fresco humor, original casting y cautivadora historia de origen para uno de los héroes más reconocidos de los cómics: Ant-Man, encarnado por Scott Lang bajo la supervisión del mismísimo Hank Pym. ¿Logrará su secuela sobrellevar el peso que conlleva el éxito de su predecesora y a la vez el causado por el chasquido de Thanos? Entérate en nuestra review.
Ant-Man and The Wasp título oficial elegido para Ant-Man 2, es precisamente un largometraje que busca establecer en la gran pantalla al gran equipo de súper héroes que ya todos conocemos; el legendario dúo que Pym y Janet Van Dyne inauguraron hace algunos ayeres aquí revive un par de sus viejas glorias y sinsabores que estas dos personalidades han tenido, dejando en claro que sus nombres están presentes en el universo desde antes que los mismos Avengers fueran reunidos, lo cual tiene bastante sentido y le añade una conexión peculiar y fraternal con el resto de acontecimientos vividos por nuestros queridos encapuchados. Por otro lado, y al no tener entre nosotros a Janet, será su hija quien decidirá enfundarse en el traje de avispa para así complementar la labor de Scott Lang.
Uno de los mayores aciertos que tiene la película es The Wasp quien de la mano de Evangeline Lilly representa una de las mujeres más badass del MCU; dotada de una belleza impresionante, fortaleza increíble y la perspicacia necesaria de un Pym, Hope sabe sostener sobre sus hombros la gran labor que provoca convertirte en una heroína y a pesar de que todos pensamos que quedaría relegada ante la sombra de Ant-Man, esta bella dama nos deja callados con sus acertadas interacciones, intensas escenas de acción y constante participación dentro de la mayoría de eventos cumbre en el filme, a veces hasta superando a Scott. Eso sí, el director Peyton Reed ha sabido equilibrar perfectamente a ambos y esto se nota mucho en las casi dos horas que dura Ant-Man and the Wasp.
Por otro lado, y retomando uno de los puntos más relevantes de esta secuela, nos encontramos con un argumento un tanto débil que se ve soportado de ciertos pilares que en ocasiones parecieran estar muy aparte de la “obra” que se ha venido construyendo y que concluyera con la última y trágica aventura de los Avengers. ¿A qué nos referimos? Básicamente que Ant-Man and the Wasp funciona bien como película en solitario, sin embargo pareciera que su equipo de producción se aferró tanto a la idea que tenían desde su concepción y decidieron no modificarla ni un poco para integrarse con los acontecimientos actuales del MCU, lo cual provoca que sintamos el guion y desarrollo de la trama un tanto desconectados y huecos.
Si es que han vivido debajo de una piedra durante todo este tiempo, Ant-Man and the Wasp nos plantea que tras muchos años desaparecida en el ahora reino cuántico, Janet Van Dyne – interpretada por Michelle Pfeiffer – podría seguir con vida y una visión que Scott Lang tuvo será razón suficiente para desencadenar todos los hechos. Claro que como acierto, se nos recuerdan constantemente las consecuencias traídas por la Guerra Civil entre el Capitán América y Iron Man, como el encierro domiciliario que tiene nuestro protagonista o la visible necesidad de los Pym de trabajar por debajo de las piedras, sin embargo creemos que esta película debió ser lanzada antes de que el titán loco llegara a la tierra. Claro que la escena post-créditos nos da rienda suelta a especulaciones sobre conexiones con lo que viene, pero al menos de mi parte, hubiera deseado un tanto más de eso.
De igual manera, Marvel Studios parece haber encontrado una justificación válida para un montón de cosas sin sentido que aquí ocurren, intentando argumentar que se trata de cosas cuánticas que pasan por arte de magia de otra dimensión, sin embargo también provocan a sí mismos huecos en la historia que hubiésemos deseado se plantearan en otro momento. Claro que Ant-Man and the Wasp posee un montón de aciertos también, pero en su mayoría se sienten reciclados o demasiado continuistas, provocando menos sorpresa o risa en los espectadores e incluso llevándonos a creer que ahora sí están forzando demasiado el humor.
Ahora bien, a pesar de que la cinta nos trae nuevos personajes, como el mítico Goliath (Bill Foster) y sus nuevos villanos, estos resultan flojos y poco convincentes en comparación de viejos conocidos como Luis (Michael Peña). Donde si ahondaremos es definitivamente en los “malos”, ya que a pesar de que este tipo de inclusiones siempre han sido el punto débil de la casa de las ideas, en esta ocasión se volaron la barda con Ghost y Sonny Burch, dos irrelevantes obstáculos que no trascienden en ningún momento y que para acabarla de amolar, tampoco se sienten como una parte orgánica de la secuela. Por un lado, Ghost tiene una historia de origen mediocre que involucra una explosión cuántica y por la cual ha obtenido poderes de X-men y potro el otro a un empresario excéntrico que sin razones aparentes quiere adueñarse de la tecnología de Hank Pym para simplemente ofrecerla al mejor postor. ¿En serio, Marvel? ¿No tenías algo mejor para ofrecernos enseguida de ver a Thanos en acción?
Las actuaciones afortunadamente se mantienen a la par de la primera cinta de Ant-Man y eso es de aplaudir; este elenco encabezado por los ya mencionados Paul Rudd, Evangeline Lilly y Michael Douglas evoluciona adecuadamente con las inclusiones de otros populares actores como Hanna John-Kamen, Michelle Pfeiffer, Laurence Fishburne y Randall Park. Fuera de que sus actuaciones en papel nos gusten o no, consideramos que el trabajo que llevaron a cabo es el indicado y acertado.
En cuestiones técnicas, Ant-Man and the Wasp hace alarde de muchísimos efectos especiales que la mayoría del tiempo son adecuados pero que en ocasiones sí que lucen exagerados. No por ello decimos que son malos, pero hubiéramos deseado que disminuyeran un poquito su utilización, sobretodo al ver la cinta en 3D ya que llega a marear un poquito y hasta les va a provocar que quieran retirarse los lentes por un par de segundos. La música es bastante regular, pero acierta en casi todas las escenas.
En conclusión, Ant-Man and the Wasp es una película buena y entretenida, pero falla al convertirse en una aventura continuista que sigue con pasos agrandados a su primera parte y provocando un efecto extraño en el que percibimos demasiado la falta de ideas y creatividad que se tuvo con el guion y su desarrollo de producción. A pesar de contar con diversos aciertos, es imposible no notar los muchos errores con los que carga, como los villanos irrelevantes que presenta o la floja trama tan apartada de los hechos de Avengers: Infinity War. Eso sí, es una gran opción para este verano, sobretodo si quieres reírte un rato y saber que cosas suceden con el apagón mientras Thanos intentaba hacerse con todas las gemas del infinito.