Verónica, un thriller a la mexicana

Verónica: Un thriller a la mexicana
En conclusión:
Verónica es un thriller que pone al cine mexicano fuera de los estatutos actuales del mercado. La apuesta de Corazón Films por ofrecer a su público esta obra artística de gran nivel, es de aplaudir. Las actuaciones de las dos protagonistas, a pesar de no estar al mismo nivel de ejecución, son suficientes para otorgarnos una historia llena de tensión y lucha de egos como pocas veces se ve de este lado.
3.5

Nuevamente Corazón Films nos trae un largometraje arriesgado, novedoso y fuera de los estatutos generales del cine actual, y las producciones que actualmente encontramos en los complejos distribuidos a lo largo de nuestro país. Verónica, en esta ocasión, se trata de una película que intenta abarcar el género del thriller psicológico para así transportarnos hacia una realidad por descubrir por medio de misterios que hacen al espectador cuestionarse si lo que están presenciando es real, o no. ¿Será esta producción una película digna de ver? ¡Averígualo en nuestra review!

Verónica se sitúa en algún momento de la actualidad, presentando a Arcelia Ramírez y Olga Segura en los papeles protagónicos (y los únicos que hay) para asentar la historia de Verónica de la Serna y su nueva psicoanalista, que deberá tomar las riendas del caso al enfrentarse con la desaparición misteriosa del médico a cargo de la ya mencionada jovencita. A pesar de contar con una narrativa sencilla, el guión y eficiencia con la que se cuenta es bastante efectiva, logrando la inmersión ante la situación del espectador. La sencillez de la problemática también beneficia a la trama al permitir que el público decida cómo debe tomar las escenas que está oyendo y viendo, y dejándole crear sus propias teorías al respecto.

Los directores Carlos Algara y Alejandro Martínez, retratan un cuento dual con bastante eficacia (y pocos recursos), recordando que no son necesarios muchos millones de dólares para ofrecer un producto audiovisual respetable, y que a su vez consiga enaltecer el nombre de México en el saturado mercado mundial al que actualmente se enfrenta. El reto de tener a solamente dos actrices en el set de grabación y seguir con la capacidad de crear un largometraje de poco más de hora y media, sin decaer estrepitosamente en el intento, son elementos que deben reconocerse. Por otro lado, la estética que observamos – y en la que profundizaremos más adelante – resulta adecuada y eficiente para una obra artística de este estilo.

Verónica, como acabamos de mencionar, cuenta con visuales en blanco y negro, remembrando grandes obras del cine, como Kiss the girls y don’t say a word, además de aderezar la constante atmósfera de tensión que vivimos al ser partícipes de diálogos, acercamientos a elementos del escenario, diálogos y composiciones musicales que, eficazmente se combinan entre sí. Claro que, en ocasiones las tomas no benefician para nada a la paleta de colores y posiblemente perderán el foco de los acontecimientos, pero para nada es una flaqueza que reste demasiados a su experiencia en general. A pesar de ello, hubiésemos deseado que se aprovechara más esta decisión, con un poco de elementos del género Noir.

En cuestión de actuaciones, Arcelia Ramírez destaca por su experiencia y buena ejecución de los matices sentimentales, así como el aprendizaje del guión creado para la ocasión, y claro, la personalidad que esta gran señora inyecta a todos los papeles que le son asignados desde inicios de su carrera. Por otro lado su co-protagonista, Olga Segura, se nota un tanto más insegura al relacionarse uno a uno con Ramírez, además de lucir acartonada en momentos cruciales. Esto para nada es negativo y no creemos que haya tenido que ver con sus capaces histriónicas; más que nada pareciera que los enfoques que le dieron no eran los adecuados o su entendimiento del momento no fue la deseada en la producción.

Los juegos que se intentaron efectuar entre la realidad y la ficción, en ocasiones son demasiado obvios o mal planeados, resultando en momentos absurdos de ver o simplemente no entendibles al cien por ciento. Eso sí, existen pistas que se nos van dejando desde el inicio y que de ponerles atención total, les ayudará a descifrar el final que, para nosotros fue destacadísimo y sorprendente. El cine mexicano actualmente cuenta con pocas cintas que manejen tan bien este concepto, y el que los directores hayan tomado las riendas sin desbocarse solamente puede ser aplaudido.

Los planos cercanos, así como texturizados, locaciones interiores y las cortas escenas exteriores tan característicos de este género también se encuentran allí, para que los más puritanos los detecten y coloquen al mismo margen que los thrillers estadounidenses actuales. No obstante, muchos de ellos resultan más débiles que otros y quizá con un poco más de trabajo en producción pudieron ser uniformes y constantes.

En conclusión, Verónica es un thriller que pone al cine mexicano fuera de los estatutos actuales del mercado. La apuesta de Corazón Films por ofrecer a su público esta obra artística de gran nivel, es de aplaudir. Las actuaciones de las dos protagonistas, a pesar de no estar al mismo nivel de ejecución, son suficientes para otorgarnos una historia llena de tensión y lucha de egos como pocas veces se ve de este lado. Una película bien lograda, que además se encargo de inaugurar el Macabro Film Festival el pasado 16 de agosto.