En una reciente entrevista, James Gunn describió a la nueva versión de Supergirl en el DCU como “un completo desastre”, y ese tono se confirma con su breve aparición en Superman (2025). El personaje, interpretado por Milly Alcock, tiene un trasfondo mucho más turbulento que el de su primo, originado en una vida sin el cariño ni la estabilidad que él recibió.
La escena la muestra de regreso al planeta Tierra tras una fiesta en un mundo bajo un sol rojo, con una actitud desenfadada que destaca su rebeldía y conflicto interno. Esta Supergirl reescribe los estereotipos clásicos: es poderosa, pero cargada de heridas, y su tono caótico y emocional la hace muy distinta al Superman inspirador de la película.
Su primer rol será en Supergirl (título final), estreno previsto para el 26 de junio de 2026, basada en el cómic Woman of Tomorrow. Alcock protagoniza el filme junto a un elenco de personajes como Krem, Ruthye, Krypto y Lobo, en una narrativa de venganza, traición y redención de corte épico galáctico. Este personaje promete aportar energía rebelde y emocionalidad cruda, diferenciándose completamente de su famoso primo.

Según Gunn, esa naturaleza conflictiva y desestructurada es intencional: la serie busca reflejar una evolución de personaje más oscura, emocional y realista, encajada en el nuevo enfoque “Dioses y Monstruos” del DCU. Esta propuesta rompe con el tono familiar habitual, para ofrecer una Supergirl compleja que lidia con traumas personales, dilemas profundos y un pasado lleno de culpa.
La aparición en Superman ofrece solo un adelanto del tono que la nueva película tendrá, donde Alcock explorará su identidad bajo presiones emocionales intensas y un legado complicado. Para James Gunn, su casting fue claro: buscaban un personaje que fuera a la vez vulnerable, visceral y muy diferente en esencia al héroe clásico que conocemos.
Con este primer vistazo, Supergirl se posiciona como la prueba de fuego de un DCU más adulto, complejo y emocional. Su viaje comienza teñido de caos, contradicción y fuerza, definiendo una nueva era para los superhéroes más allá del brillo tradicional.







